Futbol
Columna

Te pregunto a ti, directivo del futbol mexicano

GRADA NORTE

José Luis Sibaja

A principios de junio de 1999, durante la cobertura de la final Atlas contra Toluca, en la plática con un taxista en Guadalajara salió el tema de la violencia en el futbol.

Como una forma de redención o confesión, el conductor recordó que, de joven, cuando integraba un grupo de animación, que aún no se les llamaban “barras”, en una bronca contra seguidores de otro equipo rival de “sus Chivas” lastimó seriamente a un desconocido.

Su voz se entrecortó al relatar el miedo que sintió por provocar lesiones muy serias que pusieron en riesgo la vida de otro ser humano. Al saber la gravedad de sus actos, se dispuso a acercarse a su familia para apoyar con los gastos médicos.

Al final mejoró la salud del aficionado que sufrió las lesiones de esa bronca olvidada entre otras muchas en el futbol mexicano. Del taxista puedo decir que ese incidente, él mismo lo aseguró, lo alejó para siempre de los estadios de futbol.

Eso sucedió hace 23 años, y para entonces ya se habían registrados varios hechos violentos en los estadios del futbol mexicano, pero, la cosa no ha mejorado hoy en día. De 1999 a la fecha, el panorama de seguridad en los diferentes inmuebles del balompié nacional es crítico, ha tomado niveles alarmantes.

Lo sucedido el sábado pasado en el Estadio Corregidora, durante el partido entre el anfitrión Querétaro y Atlas, superó todas las escenas de terror vistas hasta hoy en el futbol mexicano.

La violencia más brutal tomó de sorpresa a familias, a niños, mujeres y hombres que asistieron a divertirse con un espectáculo deportivo. No es la primera vez que esto sucede, ni la primera ocasión que los hechos violentos en los estadios de futbol ponen en peligro la vida de personas inocentes.

Antecedentes hay muchos, pero hay muchas más declaraciones de que esto no se repetirá que han llenado páginas de periódicos y medios digitales, y que han quedado registradas en horas de transmisiones de medios electrónicos, pero la realidad es que todo sigue igual o incluso peor.

Es tiempo de preguntarte a ti, directivo del futbol mexicano, ¿cuándo vas a tener el valor de desaparecer las “barras” de los estadios?

Honestamente, ¿no te sientes rebasado por los grupos criminales en los que se han convertido las “barras” y qué harás para hacerles frente?

¿Qué argumentos tienes para explicar la barbarie que se vivió en el Estadio Corregidora y en otras plazas futboleras como Guadalajara, Monterrey, Torreón, San Luis Potosí, Ciudad de México?

¿Tendrás el valor de asumir la responsabilidad en este caso en particular de lo sucedido en Querétaro?

¿Te has cuestionado tu capacidad para dirigir el futbol mexicano y arreglar lo que no está bien, cuando es evidente que no has podido ni siquiera erradicar el grito homofóbico en los estadios del futbol mexicano?

¿Qué harás para devolver la paz y tranquilidad a las familias y aficionados que quieran asistir a un estadio de futbol?

¿Cómo creerte que las promesas de que “esto no se repetirá” ahora sí serán cumplidas?

Los directivos del futbol mexicano han perdido credibilidad, las redes sociales reflejan el enojo, impotencia y preocupación de la afición en general por los recientes hechos y convencerlos de que el panorama mejorará no será nada sencillo.

Solo con hechos contundentes y medidas severas que se respeten permanentemente se podrá recuperar algo de lo perdido.

Más allá de una posible desafiliación de un equipo, o de un hipotético escenario en que la FIFA decida quitarle parte de la sede a México de la Copa Mundial de 2026 (compartida con Estados Unidos y Canadá), los actuales directivos del futbol mexicano tienen la obligación de rescatar este espectáculo deportivo hoy mismo. Aquí no hay mañana.

Como un recurso para que la historia ponga a cada quién en su lugar, se debe apuntar los nombres de cada directivo, de los dueños de los equipos, de los presidentes de las diferentes ligas y circuitos, de todo aquél que esté involucrado en la toma de decisiones del futbol mexicano para exigir resultados a corto plazo.

Aún se está a tiempo de rescatar al futbol mexicano de la violencia que lo secuestró. La toma de decisiones hoy, definirá su futuro.

El balón está del lado de los directivos, y sí, ciertamente, la afición también tendrá que poner de su parte y asumir su responsabilidad para que todos los involucrados en el futbol mexicano devuelvan la paz a los estadios.

José Luis Sibaja: Director GRADA NORTE. Experiencia de 25 años en el Periodismo Deportivo. Coberturas internacionales: 4 Juegos Olímpicos, 2 Copas del Mundo de Futbol, 2 Campeonatos Mundiales de Atletismo y 6 Juegos Panamericanos.

Twitter: @jlsibaja

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