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Diego Maradona en la cultura popular

HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/BIP).- La figura del “barrilete cósmico”, que hechizó al mundo entero con su magia en el césped del Estadio Azteca, fue más allá del rectángulo verde y se convirtió en uno de los personajes de la cultura popular más influyente del mundo en los últimos treinta años.

Diego Armando Maradona se consagró como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos en su plenitud como jugador en 1986. Con 26 años cumplidos, lideró a la selección de Argentina a su segundo título mundial con una de las actuaciones individuales más dominantes en cualquier Copa del Mundo en la historia.

Maradona ya había deslumbrado con su talento innato desde su debut en el futbol profesional a los 15 años, pero su liderazgo dentro y fuera de la cancha ganó la admiración de millones de seguidores que encumbrarían al “10” argentino en un nicho de idolatría, en una figura lo más cercana a la deidad.

La influencia de Maradona, principalmente en Argentina e Italia, llegó a la cultura popular gracias a la combinación perfecta de carisma y actuaciones memorables, tanto en la selección de su país, como con el Nápoli del “Calcio” italiano.

Amado u odiado, Maradona nunca fue indiferente, su fuerte personalidad, pese a su baja estatura (1.65 metros), siempre destacó y sedujo a escritores, cineastas, políticos y líderes religiosos alrededor del mundo.

Quizá una de las más polémicas relaciones cercanas que tuvo, tanto en su etapa como jugador activo y posteriormente en el retiro, fue con el líder cubano Fidel Castro, así como con otros presidentes y jefes de gobierno etiquetados como dictadores, tales, como los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro y el boliviano Evo Morales.

Lo mismo que con la clase política, Maradona conoció a las principales figuras de las artes, como actores, cantantes, pintores, escritores y cineastas; así como líderes religiosos, aun con sus constantes choques con los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, tuvo un acercamiento con Francisco, también de nacionalidad argentina.

En la pantalla grande

La fascinación por la vida de Maradona llevó a varios cineastas a llevar a la pantalla varias películas biográficas y documentales, como las dirigidas por el serbio Emir Kustrica (“Maradona por Kusturica”, 2008); el británico Asif Kapadia (“Diego Maradona”, 2019); el italiano Marco Risi (“Maradona, la mano de Dios, 2007).

Sin pretenderlo, la influencia de “El Diego” también llegó a la fe, con el nacimiento de una cuasi religión llamada “Iglesia Maradoniana” en Rosario, Argentina, hacia finales del siglo pasado; el número de “creyentes” se estima que ronda el cuarto de millón de fieles.

En las letras Diego Maradona dejó un legado, con su autobiografía “Yo soy el Diego”, publicada en 2000 y en la que no solo se limita a relatar sus inicios como futbolista, también aborda sobre su relación con otros jugadores, sus momentos de crisis personal, así como sus polémicas posturas frente al futbol y su organización encabezada por la FIFA.

El rostro del “10” argentino se imprimió en millones de camisetas, paredes, gorras, mantas y balones, su figura apareció en todos los estadios donde jugó o dirigió, y el nombre de “Diego Maradona” no conoció fronteras ni diferencias culturales, pero sí se pronunció en todos los acentos de los diferentes idiomas sobre la Tierra.

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