Beisbol

No hay quinto malo… El hermosillense Roberto Ramos estaría a 90 pies de Grandes Ligas

 

Hermosillo no se salva. Y no es que los Naranjeros tengan algún hechizo que deshacer, pero bueno, esa es harina de otro costal, lo que nos interesa en esta ocasión es la presencia de peloteros hermosillenses en las Grandes Ligas.

 

¿Sabía amable lector que solamente cuatro originarios de la capital han irrumpido en el mejor beisbol del mundo del número total de 30 sonorenses, cumpliendo apenas un 13%?

 

He aquí la lista en orden de aparición: Francisco Barrios (1974), Élmer Dessens (1996), Erubiel Durazo (1999) y Luis Carlos García (2002); por lo tanto lo que nos atañe es ver si en este 2019 se puede romper una sequía de ¡17 años! sin un jugador de Hermosillo en la MLB, pues el último fue el orgullo de la colonia Las Quintas en el 2002.

 

Pero ésta no es una suposición a la “ahí nomás” surge debido a la gran actuación que está teniendo Roberto Ramos en la sucursal Triple A de los Rockies de Colorado, portando el uniforme de los Isótopos (sí como el equipo de Springfield donde residen Los Simpsons) de Albuquerque, quien hasta el pasado lunes (22 de abril) bateaba .333 con 6 jonrones y 25 remolques en apenas 19 juegos.

 

En sus 24 años de edad el hermosillense y “ahijado deportivo” de Vinicio Castilla, quien podríamos decir lo descubrió, pinta con llegar muy pronto a la Gran Carpa para aumentar a cinco el número de jugadores de la Ciudad de Sol en la mejor pelota que se juega en el orbe, aunque todo puede pasar.

 

Si no hay que preguntarle al ex lanzador Francisco Gámez -quien ahora es parte de la directiva de los Naranjeros de Hermosillo- pues en 1993 se quedó “vestido y alborotado” a punto de saltar al terreno de juego con los Cerveceros de Milwaukee.

 

Gámez, entonces un pitcher prospecto de 23 años, estuvo enfundado en el uniforme de ese equipo al lado de jugadores insignia, incluso compartió dugout al lado de Robin Yount, quien ya guarda un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown.

 

Todo indicaba que era inminente el debut de “Pancho” tras recibir el llamado de incorporarse al equipo grande pero por azares del destino ese momento nunca llegó, y al año siguiente tampoco, ni al próximo… yéndosele de las manos esa oportunidad de oro.

 

¿Coincidencia?

 

Para aquellos que no ubican al joven hermosillense es fácil hacer memoria ya que el año pasado jugó con los Naranjeros pero una lesión lo marginó de seguir en activo, y aunque no fue su debut con los multicampeones de la LMP, la del 2018-19 apuntaba que sería la primera siendo titular, algo que no permitieron las lesiones.

 

En el borde de convertirse en ligamayorista Ramos nos recuerda en demasía a Erubiel Durazo, pues además de batear a la zurda también cubre la primera base y es un bateador de poder que sobretodo le pega duro a la pelota por su lado contrario algo parecido a lo que hacía el de la Loma Linda en sus años mozos.

 

La cosa no para ahí pues además su físico es muy parecido al de Durazo Cárdenas y por si fuera poco Roberto utiliza el número 44 con los Isótopos, el mismo que casi siempre portó Erubiel en su carrera como jugador profesional.

 

Con el respaldo de Castilla, ahora mánager de los Naranjeros de Hermosillo y directivo de los mismos Rockies con quienes vivió su mejor época en la Gran Carpa, el orgullo hermosillense estaría debutando en septiembre cuando los equipos expanden sus rósters a 40 jugadores. Pero como decíamos no hay que adelantar vísperas.

 

Sean peras o manzanas ya demostró su poder en un buen escaparate pues la botó por todo el jardín izquierdo en el estadio de los Sultanes de Monterrey en juego de pretemporada cuando los Rockies de Colorado vencieron 5-1 a los Diamondbacks de Arizona en marzo de este año. Igualmente conectó un doblete en ese duelo.

 

Curiosamente hace cuatro años, en su propia casa (Hermosillo) y con los mismos Rockies, logró volarse la barda del Estadio Sonora en aquel último juego de exhibición de Grandes Ligas en nuestra capital, el cual fue en contra de los mismos Diamantes y que de igual manera se llevaron los rocallosos en esa ocasión 11-10.

 

Incluso, el pasado domingo 21 de abril, Ramos tuvo su mejor jornada en su carrera al pegar de 6-4 con un grand slam, dos carreras anotadas y ocho enviadas al plato; al día siguiente (lunes 22) también la sacó del parque yéndose de 4-1.

 

¿Más datos a su favor? Sí… el año pasado, en su primera campaña en Doble A, después que inició en Clase A, terminó con 32 cuadrangulares y 77 impulsadas en 121 desafíos además de conseguir promedio al bat de .269 milésimas.

 

En total ya cuenta con siete campañas en las sucursales de Colorado pero solamente dos completas y vaya que mejoró de un año a otro pues en el 2017 –su primera como regular- en 122 partidos promedió .297 incluyendo 13 palos de vuelta entera y 68 empujadas. 

 

El tiempo dirá, ahora sólo hay que esperar.

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