Manuel Torres, la voz de Naranjeros de Hermosillo
“Vengo de dos estadios anteriores de Naranjeros, dos casas que ocuparon en su tiempo, el estadio de “La Casa del Pueblo” (Fernando M. Ortiz) en el que me tocó presenciar los partidos de aficionado y ya trabajando para el equipo en dos temporadas (1970-1971 y 71-72)”, recordó.
Era un beisbol en aquel tiempo más romántico, más familiar por el tamaño del estadio, todo mundo se conocía, se saludaba, la porra con los jugadores era muy cercana”, dijo
“Fueron tiempos de grandes personajes como Espino, como el Kalimán Robles, Celerino Sánchez, toda esa gente que dejó bien plasmado su nombre en la historia del equipo local”, aseguró.
“De ahí, en el 72 nos cambiamos al Héctor Espino por 40 años simplemente, y fueron cambiando un poquito las cosas”, relató con nostalgia.
“Tanto los jugadores como el público mismo y nosotros los que estábamos alrededor del equipo veíamos un estadio más panorámico, más moderno, con mayores comodidades”, añadió.
“Comenzaron a venir extranjeros en esa época de buena trayectoria hacia las grandes ligas, se hizo más internacional el beisbol naranjero y en general de la liga”, aseguró.
Es una diferencia abismal la que podemos apreciar, un estadio mucho más grande, modernísimo, vemos un concepto como el de los elevadores que ya es un paso similar al de los estadios de Estados Unidos.
En esta época, había una distancia un poco más marcada entre los jugadores y los aficionados, lo cual también hizo una gran diferencia en cada juego de pelota.
“El público ciertamente convivía todavía pero ya se hizo un poquito más alejado de los jugadores, ya el estadio era más amplio, comenzó a darse el hecho de que el manager ya manejaba desde la banca, desde el dugout, a diferencia de los años previos”, narró.
Después de 40 años de tanta historia en el “Coloso del Choyal”, el equipo dio un giro de 360 grados al cambiar de casa: el Estadio Sonora.
La butaquería, toda la sección para el público, no hay ningún obstáculo para la visión del público hacia el terreno de juego y una serie de comodidades y avances que no teníamos en los dos estadios anteriores”, afirmó.
Cuatro décadas de ‘Amables Aficionados’
“Cuando yo empecé a trabajar con Naranjeros en 1970, en ese tiempo no se estilaba contratar locutores profesionales para manejar el micrófono en los estadios…
Entonces no sé si puedo decir que yo fui el iniciador, de ser un locutor profesional que entra a ser la voz del estadio”, dijo orgulloso.
Torres comenzó su carrera en Tucson, Arizona, continuó en Hermosillo como locutor de radio al mismo tiempo que se desenvolvía con el club de beisbol y actualmente es anunciador en varias disciplinas.
“Actualmente lo hago como narrador de carreras de caballos tanto aquí en Hermosillo como en plazas como Agua Prieta, Rayón, Ures, Pueblo de Álamos, que son plazas 100% ‘carrereras’, ahí vamos combinando la carrera dentro de la línea deportiva”, indicó.
Una de las mayores satisfacciones para el sonorense es que al final de cada temporada él mismo sabe que habrá una próxima.
El hecho de que cada año se me haya confirmado yo creo que es una satisfacción muy grande, a la vez que es un estímulo porque es un premio al esfuerzo diario y a la trayectoria de tanto tiempo”, aclaró.
“También el ver a la gente que lo identifica a uno, el comentario que te hacen antes o después del juego, en la calle o en el café, en fin, la identificación esa del público hacia uno es algo muy estimulante…
“Ese hecho de que te identifican donde te ven con cierta sonrisa en el rostro de los aficionados, de la gente que te ha visto actuar aquí en el terreno es el pago mayor que puede recibir uno como profesional de esto”, dijo sonriente.
Cosas no sabías del Señor Torres
El anunciador del equipo 16 veces campeón nació en Ures, Sonora, estudió la carrera en Derecho y nunca la ha ejercido.
Soy originario de Ures, es mi tierra, es mi pueblo al que amo con todo mi corazón, allá mismo tengo un programa de radio que se llama ‘Beisbol desde el río…
Antes de venirme a radicar a Hermosillo estuve en Guadalajara, haciendo mi carrera que nunca he ejercido por estar en el micrófono”, recordó.
“Yo hice Derecho en la Autónoma de Guadalajara, no pude terminar por circunstancias familiares, me tuve que regresar y me reincorporé aquí en la Universidad de Sonora para poder terminar mi carrera”, dijo con mirada nostálgica.
A pesar de nunca haber ejercido el derecho, Manuel Torres jamás se ha arrepentido, ya que simplemente se dedica a lo que más le apasiona.
“Siempre he sostenido yo que la crónica deportiva, cuando la llevas de todo corazón y con metas muy definidas es una carrera muy limpia…
Dentro del ejercicio de la abogacía quizá tengas que doblegarte ante muchas situaciones, ante personajes, en fin, y doblar la cabeza, eso no va conmigo y se lo digo a mi familia: vivimos con la modestia que presenta la vida, pero siempre con la mirada en alto y la frente mas arriba”, concluyó sonriente.