Conflicto Rusia Ucrania
Columna

Un abrazo que hoy separa la guerra

GRADA NORTE

José Luis Sibaja

Mariya Lasitskene y Yaroslava Mahuchikh se abrazaron sonrientes, se comentaban al oído algo que les causaba risa, extendían un par de banderas y celebraban haberse convertido en medallistas olímpicas en salto de altura.

Minutos después, ambas, junto con la australiana Nicola McDermott, volverían a posar, con sus rostros casi cubiertos por completo por sus mascarillas que apenas dejaban ver sus ojos alegres. Las tres, frente a las cámaras de los fotógrafos, sostenían pequeños ramos de flores y sus medallas de oro, plata y bronce de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Ese sábado 7 de agosto de 2021, en el Estadio Olímpico de Tokio, el espíritu olímpico arropaba a las tres atletas, particularmente a la rusa Lasitskene (oro) y a la ucraniana Mahuchikh (bronce), quienes aparecieron abrazadas en muchas de las fotos difundidas por las agencias noticiosas.

En esa escena se alcanzaba a ver a los atletas ucranianos y rusos, sentados juntos en las gradas del estadio, celebrar los metales ganados por sus países y aplaudir de pie a las medallistas.

Un día después, desde la oficina del Ministerio de Defensa de Ucrania, la viceministra Anna Maliar expresaba su molestia por el gesto de amistad de Mahuchikh y, de acuerdo a notas informativas, la reprendió.

“Los deportistas que representan a Ucrania en las competiciones internacionales deben entender que la prolongada guerra ruso-ucraniana conlleva ciertas restricciones y responsabilidad”, argumentó la funcionaria al hacer referencia a la anexión de Crimea por parte de Rusia, y la guerra de Donbás.

Seis meses después, Rusia invadió militarmente a Ucrania para iniciar un conflicto bélico a gran escala que nadie imaginaba hace medio año que sucedería, y que ha puesto en vilo la paz no solo europea, sino global.

Del amistoso abrazo entre Mahuchikh y Lasitskene, que enaltecía el espíritu olímpico, ya queda poco o nada, ahora una guerra las separa.

Impacto en eventos deportivos

Hace apenas unos pocos días concluyeron los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 y, a casi una semana de iniciar los Juegos Paralímpicos de Invierno (programados a inaugurarse el viernes 4 de marzo), la guerra en Ucrania pone en duda, quizá no el evento en sí, pero seguro al menos la participación de los deportistas ucranianos y rusos.

A espera de lo que decida el Comité Olímpico Internacional respecto a los Juegos Paralímpicos invernales, lo que es un hecho es que el calendario deportivo de 2022 se está modificando continuamente, conforme los organismos deportivos internacionales aplican “sanciones” al deporte ruso.

Así, se confirmó que la final de la Champions League no se jugará en San Petersburgo, sino en París-Saint Denis; y que el Gran Prix de automovilismo no se correrá en Sochi en septiembre, se canceló su programación en el calendario de la Fórmula 1.

Este viernes también el COI instó a las federaciones internacionales a cancelar eventos deportivos en Rusia y Bielorrusia, país que ha actuado como aliado ruso en la invasión a Ucrania; mientras la FINA, organismo que rige los deportes acuáticos, anunció que no hará ningún evento en territorio ruso.

En el mismo tenor, la UEFA estableció que se jugará en estadio neutral el duelo en el que el Spartak de Moscú “reciba” al RB Leipzig en los octavos de final de la Europa League, sin olvidar que anteriormente, Polonia, Suecia, República Checa solicitaron a la FIFA no jugar los partidos de eliminatoria mundialista frente a Rusia.

Hay eventos deportivos de gran magnitud este año, como el Campeonato Mundial de atletismo bajo techo, en Serbia en la segunda quincena de marzo; el Campeonato Mundial de atletismo, en Oregon, Estados Unidos en julio; y la Copa Mundial de futbol Catar 2022, en noviembre, la celebración de estas citas dependerá directamente del desarrollo de la guerra en Ucrania.

Difícil predecir qué sucederá en las próximas semanas o meses, y más complicado aún si se toma en cuenta que en cuestión de horas y pocos días ha cambiado la geopolítica europea, pero la esperanza está puesta para que, en tiempos mejores, una vez más el deporte sea el gran vínculo entre las naciones y la vía de reconciliación entre los países separados por la guerra.

José Luis Sibaja: Director GRADA NORTE. Experiencia de 25 años en el Periodismo Deportivo. Coberturas internacionales: 4 Juegos Olímpicos, 2 Copas del Mundo de Futbol, 2 Campeonatos Mundiales de Atletismo y 6 Juegos Panamericanos.

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Twitter: @jlsibaja

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