HERMOSILLO, Sonora (José Francisco Arredondo/BIP).- Acabar con los patrocinios de los clubes hacia las barras y realizar trabajos etnográficos con los grupos de animación podrían ser los primeros pasos para aminorar la violencia en el futbol mexicano, comentó el docente e investigador Enrique Rivera.

En entrevista concedida este lunes a GRADA NORTE, el profesor de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora analizó los hechos violentos ocurridos el pasado sábado durante el cotejo entre Querétaro FC y Atlas FC, ambos equipos de la Liga MX.

Después de tres días de este suceso, las autoridades del estado de Querétaro han informado de catorce detenciones y ningún fallecimiento producto de la riña entre ambos grupos.

Enrique Rivera consideró que el actuar de las barras de Querétaro y Atlas podrían interpretarse como actos de demostraciones de poder, ya que es común que estos grupos utilicen la violencia como recurso para poder acceder a beneficios.

“Fue a la luz del día con cámaras de televisión, con teléfonos celulares registrando y eso es un mensaje dado a manifestar poder. Lo que ocurrió en Querétaro es más allá de una rivalidad futbolística, es una demostración de poder y de impunidad.

“En la violencia de barras hay un concepto clave que es el ‘aguante’ entre grupos barrísticos. Quién aguanta más en el sentido de viajar, de hacer canticos, de estar de pie, de enfrentar a la policía y son nichos de masculinidades”, puntualizó Rivera.

De igual forma, criticó la poca capacitación de equipos de seguridad que ofrecen sus servicios en los estadios, así como a las medidas insuficientes que han aplicado los directivos del balompié azteca para afrontar esta problemática en ocasiones anteriores.

“La seguridad privada que yo he visto no son más que jóvenes que solo te indican dónde sentarte. No están preparados para contener motines u hordas embravecidas. No hay una preparación de estos grupos.

“Ha habido muchos parteaguas antes y no ha ocurrido nada. Lo que se dice de erradicar barras visitantes, no vender cerveza son medidas mínimas, han dicho lo mismo paulatinamente cada vez que hay violencia grave”, recordó Rivera, autor del libro “Cancha Libre, Metodología para la investigación social del deporte y la comunicación”.

Identidad y ‘sentido de vida’

Ante esto, insistió que un primer paso que podría significar un cambio sería culminar con la relación de patrocinio que existe entre clubes y barras, al igual que agotar esfuerzos para tratar de educar a los aficionados a largo plazo.

“Los grupos barrísticos no deben ser patrocinados, que las directivas no les den las facilidades. Algún directivo del futbol mexicano me dijo que recibió en un momento amenazas de grupos de animación para conseguir viajes, camiones y boletos.

“Reitero lo del trabajo etnográfico de fondo con los grupos de barras. Algunos grupos son ciudadanos que quieren ese ambiente, viajar y conocer el país. El hecho de aglutinarse para alentar un equipo de futbol les da identidad y sentido a su vida cotidiana”, expresó.

Estas declaraciones coinciden con lo señalado por Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, este martes en conferencia de prensa posterior a la Asamblea Extraordinaria entre dueños, en la que mostró apertura hacia los grupos de animación.

Entre las “medidas de control” acordadas por directivos de la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol destaca la prohibición hacia todos los clubes en otorgar apoyos a sus respectivas barras de aficionados.

En caso contrario, la Liga MX advirtió que sancionará con el veto por un partido como local y una multa de tres mil salarios mínimos al equipo que recurra a estos actos. Dicha multa podría aumentar en caso de reincidir.