Quizá cuando Rafael Willis conquistó la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de La Habana en 1991, nunca imaginó que un hijo suyo también sería seleccionado mexicano de basquetbol y participaría en la cita continental 28 años después.

En Lima 2019 Diego Willis lo emuló, al jugar en unos Juegos Panamericanos, algo que nunca antes se había visto en el deporte sonorense, que padre e hijo participaran en el máximo evento deportivo de América, en este caso, con casi tres décadas de diferencia.

Rafael Willis, junto con el también sonorense Octavio Robles, integraron el seleccionado mexicano que conquistó el metal plateado en los Juegos Panamericanos La Habana 1991, en los que perdieron la final frente a Puerto Rico.

En la edición Lima 2019, Diego Armando Willis Orozco es uno de los jugadores más jóvenes del plantel mexicano, por un año y siete meses es menor Jaime Jaquez, sin embargo, el hermosillense de 20 años de edad ha tenido mucha participación en los partidos que ha disputado México en el torneo continental.

“Saber que somos los primeros padre e hijo sonorenses que participan en Juegos Panamericanos es algo muy bonito, es un evento muy importante que marca para toda la vida y lo estoy disfrutando mucho.

 

“Es bonito ver que es historia que los dos hemos llegado a Juegos Panamericanos, él me ha ayudado mucho para estar donde estoy, pero también quiero escribir mi propia historia, seguir mis propios pasos, con su apoyo para lo que viene y para seguir con la tradición”, comentó sonriente.

Antes de participar en Lima 2019, Diego compartió que su padre le aconsejó tener confianza en sí mismo, no sentir ningún tipo de temor y disfrutar el evento.