HERMOSILLO, Sonora (Jesús Ibarra/GRADA NORTE).- La delegación mexicana conquistó cuatro medallas en el boxeo de los Juegos Olímpicos de 1968, dos de oro y dos de bronce, para convertir a esta disciplina en la más exitosa de aquél evento deportivo en la que el país concluyó con nueve metales, un resultado que abonaba un poco al mal ánimo social provocado por la matanza de Tlatelolco.

Antonio Roldán y Ricardo Delgado se adjudicaron las medallas doradas, un par de títulos olímpicos que los boxeadores aztecas no han podido repetir desde hace ya medio siglo y doce citas cuatrienales.

Las preseas de bronce fueron obtenidas de manera muy meritoria por Joaquín Rocha Herrera y Agustín Zaragoza Reyna.

Rocha había iniciado su incursión atlética jugando beisbol, incluso jugó un partido para los Tigres de México antes de decantarse por el pugilismo.

Su tío, Gabriel Rocha, le enseñó las bases del boxeo, y con menos de un año de experiencia llegó al escenario olímpico, respaldado por grandes cualidad físicas naturales (1.92 metros de altura y 80 kilos), inusuales para un boxeador de la época ya que compitió en la división de peso completo.

Rocha derrotó en el primer combate a Andy Ray (Ghana) y Rudolfus Lubbers (Holanda) para asegurar medalla, pero cayó en semifinales ante el soviético Jonas Cepulis, quien a su vez perdió el pleito por la medalla de oro contra el legendario George Foreman.

Actualmente, el bronce de Rocha Herrera es el mejor resultado de México dentro del boxeo amateur a nivel olímpico y panamericano, su legado es prístino ya que no incursionó en el profesionalismo y la última vez que pisó un ring fue para recibir su bronce a un lado de Foreman y Cepulis.

Zaragoza Reyna, el poseedor de la cuarta presea, derrotó a Dinsdale Wright (Jamaica) y a Jan Heiduck (Checoslovaquia) para colocarse en semifinales. Cayó con Alexei Kiselev (URSS) en semifinales al ser detenida la pelea desigual a petición de sus entrenadores.

La selección de boxeo de aquellos Juegos Olímpicos eran entrenada por los entrenadores polacos Enrique Nowara y Casimiro Marzek.

Agustín se obsesionó con el oro y se preparó para Munich 72, a la edad de 31 años venció a todos los medianos durante 1972 y calificó a los Olímpicos alemanes.

Según la versión del Comité Olímpico Mexicano, Sergio Zaldívar, titular de la Federación Mexicana de Boxeo Amateur lo bajó del avión por Luis Espinosa, un joven en ascenso, y así terminó la carrera amateur del medallista, quien en 260 peleas sólo sufrió 12 derrotas.

Desde 1970, Zaragoza es instructor de boxeo, pero como también tuvo vocación de réferi, en 1981 recibió el carnet internacional de juez de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur. Siete años después regresó a unos Juegos Olímpicos (Seúl), y tuvo una actuación como tercero en la superficie.

Estos cuatro jóvenes en aquél agitado 1968 le dieron al país un respiro, su apariencia viril, jovial y limpia representó un faro de esperanza contra el autoritarismo que cobró vidas y trató de reprimir el espíritu joven de un país en pleno despertar democrático que necesitaba gloria y los mejores valores que solo el olimpismo era capaz de dar hace 50 años ya.

El Pluma de oro

Antonio Roldán Reyna; (Ciudad de México, 1946)

• Campeón olímpico en el torneo de peso pluma (57 kilos) en México ’68
• Obtuvo su medalla de oro el 26 de octubre de 1968 al vencer al afroestadounidense Al Robinson

“Estoy seguro de que México puede volver a tener campeones olímpicos, porque su tierra es cantera de buenos deportistas – ¿Qué se necesita?–, Primero, tener apoyo, mucha decisión para trabajar, y un ideal como el que nosotros tuvimos…, que nos llevó a la victoria para poner en lo alto el nombre de nuestro país”.

Antonio Roldán, campeón olímpico mexicano

DETALLE: En su primer combate abatió a Abdel Awad, después doblegó a Eddie Treacy, enseguida a Valeri Plotnikov, asegurando al menos la medalla de bronce; en semifinales derrotó a Philip Waruinge y en la final superó al estadounidense Robinson, quien fue descalificado en el segundo round por contactos ilegales con la cabeza.

A la fecha Roldán es el único peso pluma olímpico de oro para México, y ahí ha quedado para la posteridad su triunfo, una altura en su desarrollo como humano que ya nunca pudo superar.

Su carrera profesional fue un martirio que lo consumió muy rápido, apenas seis peleas en total para terminar con marca de 3-3, en un efímero paso por los encordados que lo trajo a Nogales, Sonora, para derrotar a Joe Pacheco por nocaut en el segundo round en 1969

Esta fue su última victoria por la vía del cloroformo, se retiró en 1973 con tres derrotas consecutivas.

La relevancia de su paso por el boxeo radica en el oro de México 68, 24 días después de la matanza de Tlatelolco protagonizada por soldados mexicanos contra cientos de estudiantes que tenían meses encabezando protestas contra el gobierno mexicano en el campus de la UNAM.

Roldán le dio brillo al ánimo nacional con su oro, y de paso, interrumpió el dominio socialista de la escuela rusa de boxeo en plena Guerra Fría, al ubicar su nombre entre el campeón de Tokio 64 Stanislav Stepashkin y el de Munich 72 Boris Kuznetsov.

A la fecha, y después de la Segunda Guerra Mundial, solamente otros boxeadores del continente americano han ganado el oro en esta división que históricamente es dominada por el bloque europeo del este: el cubano Ángel Herrera (1976) y el estadounidense Meldrick Taylor (1984).

Picoso campeón

Ricardo Delgado Nogales; (Ciudad de México, 1947)

• Campeón olímpico de peso mosca (51 kilos) en México 1968

“Esa medalla fue un milagro para México. Hay cinco jueces que califican la pelea, en todas me vieron ganar todos los rounds; les gané a todos mis rivales por decisión unánime, no hubo ninguna decisión apretada. Por eso puedo decir que fue la medalla más limpia en el boxeo, no perdí ni un round”.

Ricardo Delgado, campeón olímpico mexicano

DETALLE: Delgado Nogales se consagró alcanzando lo más alto del podio al derrotar al polaco Arthur Olech el 26 de octubre de 1968 por amplia decisión, 5 rounds a 0.

Apodado el “Picoso”, por su tendencia a calentarse pronto en las peleas amateurs, Delgado Nogales logró ser disciplinado y seguir las instrucciones de los ortodoxos entrenadores polacos Casimiro Mazek y Henry Nowara para aplicar una de las exhibiciones de boxeo olímpico más dominantes de la historia: No perdió un solo round en las tarjetas de los cinco jueces en sus cuatro peleas, ganando en total todos los 20 rounds en los que combatió en la Arena México.

Ahí, en ese recinto pugilístico Delgado Nogales exhibió su clase superior y cojones para vencer de manera consecutiva, y por decisión unánime a Arthur McCarthy (Irlanda), Tetsuaki Nakamura (Japón) y Santos Servilio de Oliveira (Brasil) y a Arthur Olech (Polonia).

El “Picoso” se vengó el 26 de octubre de 1968 de Olech, con quien había perdido meses antes en Varsovia, Polonia, por  decisión.

Su ficha biográfica en el Comité Olímpico Mexicano da cuenta:

“El clásico primer round fue de estudio, pero el combate fue de menos a más en el segundo y tercer giro. La táctica utilizada por Delgado fue de defensa y contraataque. Y el resultado fue el mismo que los anteriores: decisión unánime por 5-0 a favor de Ricardo, y de esa forma lograba desquitarse del europeo y colgarse el oro olímpico”.

Al igual que Roldán, no trascendió como peleador profesional, realizó 30 peleas en seis años, nunca peleó por un título mundial y se retiró en 1975 con apenas marca de 2-3-8 en sus últimos 13 combates para terminar con récord de 14-11-5 (5 KO’s).

La imagen de éxito olímpico de Delgado Nogales fue lo suficientemente atractiva para el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien quedó cautivado por el potencial del “Picoso” desde que era prospecto amateur a nivel nacional, a la postre ese talento lo llevó a conquistar la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967.

Para la ignominia queda una famosa estampa postal del “Picoso” que circuló a principios de la década de los 70’s en Paraguay, durante la dictadura del militar Alfredo Stroessner (1954-1989), con la imagen combativa de este campeón olímpico en el ring, frente a un pequeño escudo con el perfil autoritario de Díaz Ordaz.

Medallas de México

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Medallas más celebres del torneo