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Necaxa arrebata a Cimarrones el triunfo en tiempo de compensación

 

Es como si el futbol le hiciera pagar el derecho de piso a la escuadra sonorense, que ya se hacía con tres puntos y con su primer triunfo como local en el Apertura 2015. Sin embargo, casi inexplicablemente, Cimarrones perdió 1-2 ante Necaxa en tiempo de compensación.

 

El conjunto sonorense nunca contó con que el guión cambiaría en 120 segundos, todo se derrumbó cuando el balón sacudió las redes un par de veces para provocar una hecatombe de grandes proporciones en el “Coloso del Choyal”.

 

Fue una jornada inusual: Cimarrones jugó en el estadio “Héctor Espino” y con las gradas vacías por la sanción impuesta por la Federación Mexicana de Futbol, por incumplir con el compromiso de terminar la rehabilitación del estadio “Héroe de Nacozari” para disputarse el duelo ante Necaxa de la jornada once del certamen.

 

Jugar con las butacas vacías en su totalidad pareció no desconcentrar a Cimarrones de su objetivo de sumar sus tres primeros puntos como local, pues desde los primeros minutos mostraron una intensidad pocas veces vistas en el certamen.

 

Presionaron al rival, lucharon en el medio campo con la consigna de recuperar pronto el balón y desdoblar con velocidad para generar peligro, y el esfuerzo fue premiado con una gran anotación de Luis Oropeza, quien definió con categoría dentro del área una jugada que se generó con toques al espacio y gran idea ofensiva al minuto 7.

 

Cimarrones siguió con el mismo embate y en la inercia, Luis Pérez estrelló el balón en el travesaño con un disparo distante; a estas alturas Necaxa aún no había podido inquietar la cabaña defendida por Armando Navarrete.

 

Tras el descanso las fuerzas se nivelaron y al minuto 79, Luis Felipe Gallegos vio la segunda tarjeta amarilla y dejó con diez hombres a Necaxa.

 

El escenario estaba puesto para que llegara el primer triunfo histórico de Cimarrones como local en el Ascenso MX, pero al conjunto sonorense le faltó el oficio de manejar la ventaja en los últimos suspiros del partido y en un par de servicios desde derecha rematados dentro del área terminaron por acuchillar la moral de los anfitriones.

 

Primero fue Marcos Andrés González, al minuto 90; e instantes después, Jahir Alejandro Barraza, al minuto 92, los autores de los goles que enfriaron aún más el fantasmagórico graderío del estadio “Héctor Espino”.

 

Como si no hubiera sido suficiente, apenas finalizó el partido la lluvia apareció como un invitado incómodo para dar más pinceladas de dolor en el retrato de los jugadores en su confundido y apesadumbrado andar hacia los vestidores.

 

 Quedan destrozados 

Al comparecer ante la prensa, la mirada vidriosa y el rostro desencajado de Javier López López no decían otra cosa que no fuera que el director técnico de Cimarrones aún no entendía cómo se perdió un partido que ya se creía ganado.

 

{xtypo_quote}Es una gran tristeza por los jugadores, porque hoy se partieron el alma por sacar adelante este partido y desgraciadamente lo intentamos hasta el último momento y en el descuento perdimos tres puntos y de alguna manera también todo el esfuerzo y el trabajo que hicimos durante noventa minutos.{/xtypo_quote}

 

{xtypo_quote}No puedo más que felicitar a los muchachos por su esfuerzo y el gran partido que han dado, aunque ahora estamos abatidos, destrozados, porque se puede perder, pero de esta manera nos duele muchísimo a todos, ahora hay que levantar la cara y preparar el partido contra Atlante”, reconoció consternado el estratega español.{/xtypo_quote}

 

Aun con un hombre más en los últimos minutos, aceptó, faltó que Cimarrones tuviera más posesión del balón y manejo del resultado, aunque lo más rescatable de sus pupilos fue la gran actitud mostrada y su profesionalismo.

 

{xtypo_quote}Todos hicieron un partido extraordinario, la verdad que no puedo reprocharle nada a nadie. La verdad que todo lo que queremos hacer y el paso que dábamos hacia adelante, pues nos está saliendo al revés.{/xtypo_quote}

 

{xtypo_quote}La verdad que anímicamente sí estamos todos tocados, pero lo bonito de este deporte es que cada fin de semana hay una revancha”, concluyó.{/xtypo_quote}{fcomment}

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