Nancy Contreras, ¡la primera mexicana de oro mundial!
En aquel momento es muy seguro que ni siquiera quienes entrenaban a niños hubieran pensado, seriamente, en incluir niñas, sin embargo, a Nancy Contreras el panorama se le presentó totalmente diferente, ciertamente no es que hubiera una gran cantidad de niñas ciclistas pero la diferencia fue que contó con todo el apoyo de su padre para practicar el ciclismo, tenía apenas cuatro años cuando ya controlaba su pequeñita bici.
Para cuando comenzó con una práctica más formal, se integró a grupos que estaban formados principalmente por niños, pero Nancy les daba batalla.
Tuvo también oportunidad de practicar otro deporte que fue el voleibol, pero finalmente el ciclismo fue lo suyo y lo empezó a practicar de manera más formal a los 15 años de edad para ya no despegarse.
Como cualquier deporte de alto rendimiento, el ciclismo es exigente, absorbente, demandante, da días buenos y otros tal vez no tanto, como la vida misma, y Nancy tuvo el temple para aceptar todos los retos que éste le presentó.
Tal vez el momento en que su camino se fija, cuando el destino la coloca en el lugar preciso para de ahí continuar, fue cuando tenía entre 14 y 15 años, en un Campeonato Nacional en Saltillo, Coahuila. Era menor que el resto de las ciclistas, pero contaba con la experiencia, su padre lo sabía, así que pidió permiso para que la dejaran competir, y la sensación de ganarle a chicas mayores que ella confirmó en Nancy que ese era su camino.
Vinieron entrenamientos, dejar a la familia, sacrificar la escuela, viajar, concentraciones; el nivel de Nancy mejoraba y en 1998, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo, Venezuela, consiguió medalla de oro en la prueba contrarreloj a 500 metros, un resultado importante para el ciclismo mexicano, pero fundamental para ella porque fue un impulso más para que tres años más tarde, lograra lo que ninguna mujer mexicana antes que ella había conseguido.
Amberes, Bélgica, fue la sede, la ciudad en la que en septiembre de 2001 se desarrolló el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista en su edición XCVIII, ahí estaban Nancy y Belem Guerrero, otra histórica de este deporte en México y a quien los inicios de ambas, Nancy logró vencer en velocidad. No estaban en la misma prueba esta vez, pero ambas deseaban lo mismo, subir al podio, ganar.
Nancy recuerda que el día de la competencia estaba un poco ansiosa, fotógrafos y camarógrafos la seguían, como anticipando que algo importante ocurriría en una prueba que dura un suspiro pero en la que los lugares cambian a cada instantes, en la que cada ciclista pone los nervios de punta, en la que es imposible dejar de ver la pantalla, el reloj, la lista de participantes… y esperar.
A Nancy le tocó el 29 de septiembre, tenía 23 años de edad, ya había sido abanderada de la Delegación Olímpica en Atlanta 1996, una sensación y una experiencia inolvidable y que la conectó como ninguna otra cosa, ningún otro evento, a ese espíritu olímpico que la impulsó.
Pero ese día ahí estaba, sobre su bicicleta, esperando la señal para lanzarse sobre los 500 metros, en los que imprimiría toda la potencia. Velocidad de la que podía ser capaz para subir al podio, y vaya que lo logró, Nancy tuvo un tiempo de 34.996 segundos que no solamente le dieron un lugar en el podio, sino que la hicieron acreedora al maillot arcoíris, a la medalla de oro, al título mundial, a convertirse en la primera mujer mexicana en conseguirlo, si, ¡Nancy Contreras Reyes fue la primera mexicana en ser campeona del mundo!!
Las primeras palabras de la campeona después de conseguir ese resultado fueron: “para mí fue algo sorprendente haber bajado los 35 segundos, fue la décimo tercera corredora en salir y al ver los tiempos de las demás dije, ‘voy a estar alrededor de los 35 segundos’; el haber hecho menos de 35 segundos fue una grata sorpresa para mí”.
Al día siguiente tocaría el turno de Belem, quien también subió al podio con bronce, ella, a diferencia de Nancy, conseguiría, tres años más tarde, una presea olímpica en una prueba donde dejó el alma.
Nancy es una mujer sencilla en su trato, reservada, discreta, pero que cuando se siente en confianza comparte lo mucho que el ciclismo le ha dejado porque ha sido más que medallas y resultados, le ha dejado toda una vida, conocer lugares, conocer gente, vivir experiencias, su familia con la que hoy también comparte ese amor por el ciclismo.
Entrena a su hijo mayor de nueve años José Juan y a otros futuros campeones y campeonas en Zinacantepec, Estado de México, y tal vez muchos de ellos no sepan lo que esa mujer que les enseña los secretos del ciclismo hizo hace ya algunos años, hace casi 20.
Entonces, los nombres del francés Arnaud Tournant, el alemán Jens Lehmann, el británico Chris Hoy, la rusa Svetlana Grankovskaia y la canadiense Lori-Ann Muenzer eras solo algunos de los que se mencionaban si de ciclismo de alto rendimiento y de primer nivel internacional se trataba, y a esa lista se añadían las mexicanas, Nancy Contreras y Belem Guerrero, tremendas referentes.
La prueba de 500 metros contrarreloj no será parte del programa olímpico en Tokio, lo que es una lástima, ese camino que Nancy abrió tiene hoy a Jessica Salazar con el récord mundial en su poder, lo que a Nancy llega no orgullo porque algo hizo ella para que eso se lograra.
Y pensar que las primeras mujeres que se atrevieron a usar la bicicleta fueron insultadas y agredidas… qué lejos quedan aquellas imágenes y que cerca de nosotros están las mejores del mundo.
Betty Vázquez es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, con experiencia en Periodismo Deportivo por más de 20 años y coberturas en Juegos Olímpicos, Paralímpicos, Mundiales, Panamericanos y Centroamericanos.