Cuando Miguel Herrera deja a un lado su papel del “Piojo” y se concentra en ser el técnico, es capaz de hacer lo que logró en esta Liguilla del Apertura 2018; al implementar varios sistemas de juego que le funcionaron correctamente para al final alzarse con el título, el número 13 de su historia.

A Miguel Herrera se le pueden cuestionar muchas cosas, y una de ellas pudiera ser la “poca” autocrítica que tiene cuando no juega bien su equipo o en los errores en su sistema de juego; pero ha mostrado que ha aprendido de sus errores, porque en su etapa con Tijuana le pasó lo mismo que la temporada anterior con América, y es que salía desde el partido de ida con la intención de finiquitar una serie que es a disputar dos juegos.

En aquel tiempo, con los Xoloitzcuintles, Miguel Herrera en su primera Liguilla (Apertura 2016) con Tijuana llegaba como Superlíder a la Fase Final, pero a las primeras de cambio se llevó tres goles en el partido de ida y no pudo acortar las distancias; para la vuelta el escenario era completamente difícil y la eliminatoria concluyó con global de 5-3; para el Clausura 2017, volvió a llegar primero en la clasificación y en la ronda de Semifinales, cayó por 2-0 ante Tigres en la ida y en la vuelta perdió por similar marcador, para concluir su participación con un global de 4-0 en contra.

En el Clausura 2018, ya con las Águilas de vuelta, Miguel Herrera no aprendió su lección y quiso matar a Santos desde el partido de ida en la Comarca y se comió cuatro goles; en aquella ocasión al empatar parcialmente el juego a 1-1, intentó dar un golpe de autoridad y remontar, sin embargo, la jugada no le salió y en su desesperación por verse abajo de nuevo en el marcador, descuidó la defensa y salió de Torreón con un duro 4-1 que ya fue difícil remontar para la vuelta donde empató 2-2.

Para esta Fase Final, el técnico campeón fue mucho más sobrio en todos sus partidos de ida; entendió que las eliminatorias son de 180 minutos, y donde el saber administrar bien los ritmos y los tiempos del juego te dará la llave para acceder a la siguiente ronda, además de conocer las virtudes y oportunidades de tu plantel, para poder implementar los sistemas de juego idóneos, y así fue como lo hizo Miguel Herrera.

En la ida de los Cuartos de Final ante Toluca, Miguel Herrera, salió con una línea de tres centrales y dos laterales de los llamados “carrileros”, algo que era muy habitual en su pasada etapa con el conjunto americanista, pero que en esta temporada no había implementado constantemente; para esa fase hubo varias claves en el papel táctico de las Águilas, pero destaco una en especial, que fue la de colocar a Jorge Eduardo Sánchez y a Cecilio Domínguez (que por indisciplina al ser amonestado duró muy poco en la cancha), y después a Diego Lainez por la franja izquierda y hacer que Rodolfo Salinas estuviera ocupado siempre en cuestiones defensivas y no atacara tanto como lo había hecho a lo largo del torneo y que se convirtió en pieza fundamental en el funcionamiento ofensivo de los Diablos.  

En el primer juego ante Toluca, América nunca dejó de defenderse de manera correcta y aprovechó dos balones parados (renglón donde fue un monstruo a lo largo de la campaña), para hacer daño y anotar en el mismo número de ocasiones, sin embargo, aún con las condiciones a su favor, las Águilas no cambiaron su planteamiento táctico y fueron conservadoras, pero al final un error en la marca defensiva de los Azulcremas, y un gran acierto del delantero Escarlata, Alexis Vega, puso el marcador final de 2-2 en la ida, para la vuelta volvió a repetir el parado táctico, pero colocó a Henry Martín al frente en lugar de Oribe Peralta; aunque no fue el único cambió que hizo, ya que Herrera soltó más a su equipo y se notó cuando después de 24 minutos ya tenía dos goles a su favor, el final lo conocemos todos, América llegó a tener diferencia a su favor de tres goles, y por su soberbia en el campo y relajación terminaron sufriendo de más su pase a Semifinales.  

Contra Pumas ya en Semifinales, en la ida volvió a poner su línea de tres al tener en frente a dos delanteros como Carlos González y Felipe Mora, sin embargo, la estrategia la ganó al explotar la banda donde David Patiño habilitó a Víctor Malcorra, y por donde las Águilas hicieron lo que quisieron en ambos juegos, aun así, el planteamiento de América no salió de lo mismo, al ser más conservador en CU y ser poco espectacular al frente, Miguel volvió a aprender que las eliminatorias se disputaban en 180 minutos; para la vuelta las cosas cambiaron totalmente, y desde el silbatazo inicial las Águilas salieron a comerse a los Universitarios y así fue, al propiciarles una de las goleadas más históricas, sino es que la más, entre ambas escuadras, además para la vuelta el técnico americanista colocó a tres mediocampistas, dos volantes por los costados con intensión más de ofender, y cambió a cuatro la línea de su defensiva, por lo que el papel de Matheus Uribe fue fundamental, al colocarse entre líneas por detrás de los contenciones Pumas y por enfrente de los dos centrales, acción que jamás pudieron descifrar los de CU, esa fue una jugada excepcional de Miguel Herrera.

Para la Gran Final, la idea de Miguel Herrera no cambió en lo absoluto, y volvió a repetir el parado táctico de la vuelta con Pumas, y sobre todo, no cambió la idea de que la eliminatoria era de 180 minutos, por lo que la ida fue de las que menos tuvieron espectáculo en la historia de la Liga MX, pero porque así lo quiso el técnico azulcrema; ya para la vuelta Miguel Herrera hizo tres cambios de jugadores, no así de sistema de juego; ya que por las lesiones de Matheus Uribe y Roger Martínez, ingresaron en su lugar Henry Martín y Oribe Peralta; mientras que por decisión táctica dejó fuera del once inicial a Joe Corona y metió en su lugar a Edson Álvarez, otra de las propuestas inteligentes de Miguel Herrera, que al final le rindieron frutos, porque el joven canterano le daría con sus dos goles la corona 13 al América; de esta forma fue como Herrera aprendió que saber jugar estas eliminatorias de dos partidos es fundamental para poder ganar títulos, bien por él, que a pesar de no ser de los más virtuosos en el estudio de los sistemas y parados tácticos, ha sabido aprender de sus errores y ser inteligente al momento de disputar la Fase Final y los juegos decisivos.

*Comunicador deportivo con ocho años de experiencia en los medios de comunicación y toda una vida practicando y disfrutando los deportes. Trabajó para Grupo Acir y Periódico El Imparcial.