Mexicanos al grito de guerra
Ésta fecha quedará marcada en la historia del futbol mexicano, como la vez que una Selección Nacional venció al actual campeón del mundo en una Copa del Mundo, acto que no se presume todos los días, y menos tratándose de un futbol tan irregular como el nuestro.
Otra de las estrofas de nuestro Himno Nacional nos dice: “Si el recuerdo de antiguas hazañas, de tus hijos inflama la mente, los laureles del triunfo, tu frente, volverán inmortales a ornar”, y ésta generación busca hacer eso precisamente, escribir nuevas hazañas y volverse inmortales en la memoria de México, y la empezaron a escribir de la mejor forma.
Juan Carlos Osorio y sus 23 muchachos dieron cátedra de cómo preparar un plan de juego y desarrollarlo rayando casi la perfección, y es que así, y sólo así, es como se le puede ganar a las grandes potencias mundiales, haciendo un partido casi perfecto y aprovechando las pocas oportunidades que tendrás.
De ésta forma, el TRICOLOR que dirige Juan Carlos Osorio mostró lo que puede llegar a hacer cuando entienden e implementan las tácticas y sistemas de juego de buena forma, y es que como anteriormente lo comenté en una columna anterior, México SÍ tiene una clara idea de juego, y a mí parecer, Osorio tiene las herramientas, el conocimiento y la estrategia necesaria para hacer que México tenga un torneo sobresaliente.
En todas sus líneas la Selección Nacional jugó de gran forma, empecemos de atrás hacia adelante: Guillermo Ochoa aunque no tuvo todo el trabajo que a priori pensaríamos que iba a tener, fue fundamental en la victoria al estar certero en sus atajadas, sobre todo en un tiro libre cobrado por Toni Kroos, al recorrer de gran forma la portería y lanzarse para desviar el balón que se buscaba colarse hasta la red.
En la defensa, con la línea de cuatro, todos estuvieron acertados, a pesar de uno o dos titubeos de Hugo Ayala, sin embargo, el que más sorprendió por su nivel de juego fue sin duda Jesús Gallardo, que supo controlar los embates de los Germanos y todavía tenía el descaro para salir con balón controlado y sumarse al ataque.
En el medio campo, fue fundamental la función de dobles pivotes que hicieron Andrés Guardado y sobre todo Héctor Herrera, quien dejó claro que su nivel es para estar en un club top de Europa, al manejar los hilos del juego y darse el gusto de hacer lujos ante el multicampeón Toni Kroos.
Por las bandas, lo hecho por Miguel Layún, quien realizó un gran sacrificio al defender y tener que llegar hasta la zona final a terminar varias jugadas, ninguna con mucho éxito, pero importante al intentar terminar con tiro a gol y no perder el balón para evitar estar mal parados defensivamente.
Por el otro lado, la figura de México en la actualidad, Hirving “El Chucky” Lozano, quien nos mostró una vez más que en el juego con espacios es un hombre letal, y que al final aunque fuera su debut mundialista, no le temblaron las piernas para hacer un recorte en plena área rival y definir de gran forma ante nada más y nada menos que Manuel Neuer.
Carlos Vela es sin duda, un jugador diferente en el plantel mexicano, él juega a su ritmo, visualiza, piensa e implementa las jugadas en un tiempo más adelantado al de sus compañeros y que la mayoría de sus rivales, por eso es fundamental en el esquema de Juan Carlos Osorio, y ayer se cansó de ganarle las espaldas a los mediocampistas Teutones, y ser capaz de filtrar una y otra vez balones con gran peligro para la portería rival; es una lástima que haya decidido privarnos de ese juego en Europa y haya volteado hacía los Estados Unidos para seguir su juego.
Por su parte, Javier “Chicharito” Hernández, tuvo un papel fundamental para el triunfo mexicano, al jugar muchas veces sin balón y crear espacios que fueron aprovechados por sus compañeros, o al jugar de espaldas, tal como inició la jugada del gol; tal vez en la zona final no estuvo muy preciso, pero es normal por la falta de minutos que tuvo en la temporada, pero al final tuvo un partido muy regular en lo general.
Edson Álvarez y Raúl Jiménez no desentonaron al momento de ingresar al terreno de juego, sobre todo el actual jugador de las Águilas del América al tener dos o tres intervenciones fundamentales para evitar un posible empate, mientras que el ahora jugador de la Premier League, cumplió con labores defensivas y supo retener el balón las ocasiones que tuvo que hacerlo.
Mención especial merece Rafael Márquez, quien hizo historia al convertirse en “Cincocopas”, al ingresar al terreno de juego, plantarse y dejar muestra de su gran calidad, al recuperar balones importantes y en más de una ocasión buscar una salida clara.
En sí, todos los que intervinieron en el juego y los que se quedaron en el banquillo, supieron hacer su trabajo y conseguir un triunfo que quedará marcado en la historia del futbol mexicano, esperemos que el TRICOLOR sigua con esta tendencia y logre trascender en Rusia 2018, para ahora sí que “Si el recuerdo de antiguas hazañas, de tus hijos inflama la mente, los laureles del triunfo, tu frente, volverán inmortales a ornar”.
*Disfruto los deportes, pero más aquel donde se patea un balón y lo demás es felicidad pura.