Mexicana vive momentos de angustia y tristeza durante bombardeos masivos en Ucrania
HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/GRADA NORTE).- Los ataques masivos de misiles y drones rusos en Ucrania en la más reciente semana, los más intensos en casi dos años, dejaron sensaciones de tristeza y angustia a la mexicana Alba Liuba Becerra Pérez, quien vive en la capital ucraniana.
La mexicana originaria de Nayarit, que radica en Ucrania desde 1990, cuando aún pertenecía a la Unión Soviética, compartió a través de WhatsApp la angustiante experiencia que vivió en los últimos días de 2023 y los primeros de 2024 a causa de los ataques masivos de Rusia.
Entre el 29 de diciembre y el 2 de enero, el territorio ucraniano fue atacado con alrededor de 300 misiles y 200 drones rusos, la gran mayoría fueron interceptados por los sistemas de defensa anti aéreos, de acuerdo a fuentes oficiales del gobierno de Ucrania.
Sin embargo, los misiles y drones que no fueron derribados ocasionaron la muerte de decenas de personas y dejaron lesionados a cientos de civiles, además de daños a infraestructura energética, en plena temporada invernal. Ambos ataques masivos fueron los más intensos desde la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Becerra Pérez relató que el ataque del pasado viernes 29 de enero fue de gran impacto, por la enorme cantidad de misiles y drones, además de los daños causados.
“Se oía explosión tras explosión, (los drones) pasaban por encima del techo de mi casa, los veía muy cerca, los llamados Shahed (de fabricación iraní), los reconozco por su silbido cuando vuelan y lo hacen muy bajo.
“Hay un pelotón de soldados muy cerca de mi casa y les disparaban (para derribarlos), lo que confirma que volaban muy bajo. En mi pueblo, que está apenas afuera de Kyiv, no explotó ninguno afortunadamente”, compartió.
A diferencia del primer ataque, el del pasado martes 2 de enero, comentó, fueron más lejanas las explosiones, pero en igual en enorme cantidad, con más daños y varias víctimas mortales entre la población.
“Declararon duelo el 1 y el 2 de enero por todas las personas que han muerto por los ataques. Han sido días de mucha angustia. La verdad que el ambiente está muy triste, nos sentimos algo decaídos”, reconoció.