GRADA NORTE

José Luis Sibaja

En 1997 se estrenó la película “Good Will Hunting”, conocida en México como “Mente Indomable”, protagonizada por Matt Damon, Ben Affleck y Robin Williams.

La historia gira entorno a Will (Matt Damon), un joven con gran coeficiente intelectual, muy por encima del promedio, pero que por problemas personales y familiares que carga desde su infancia, siempre se vio envuelto en conflictos que lo llevaron a la cárcel en varias ocasiones.

Todos a su alrededor le hacen ver lo afortunado que es por contar con una inteligencia que le puede dar condiciones de vida mucho mejores que trabajar como obrero en una construcción. El choque con la realidad llega cuando su mejor amigo Chuckie (Ben Affleck) le reclama no darse cuenta de su gran talento, del don que posee.

“Mañana voy a despertar y tendré 50 años, y todavía estaré haciendo esta mierda. Y eso está bien. Tú estás sentado en un boleto de lotería ganador y no lo cobras, y eso es una tontería. Porque haría cualquier cosa para tener lo que tienes. Lo mismo haría cualquiera. Sería un insulto para nosotros (amigos) si todavía estás aquí en 20 años”.

Al ver la escena y escuchar el diálogo lo relaciono de inmediato con esas generaciones de futbolistas mexicanos que a partir de 2005 demostraron que tenían las cualidades para cambiar el rumbo de nuestro balompié, pero que no se comprometieron ni tuvieron la capacidad de hacerlo, al menos, no muchos de ellos.

Muchas expectativas generaron Giovani dos Santos, Carlos Vela, Héctor Moreno y Efraín Juárez. Todos ellos mostraban grandes cualidades y “presumían” un cambio de mentalidad que los haría triunfar y con ello hacer crecer al futbol mexicano. Pero, ¿realmente lo lograron?

Cierto, varios de ellos jugaron en Europa, pero sólo Carlos Vela en algún momento llegó a consolidarse, aunque siempre quedará la sensación que pudo llegar más lejos porque nunca quiso salir de su zona de confort.

Esas mismas sensaciones se sienten con Jesús “Tecatito” Corona, que sin duda  es uno de los futbolistas mexicanos más virtuosos y que “está sentado en un boleto de lotería ganador y no lo cobra”.

Al sonorense se le está acabando el tiempo de hacer una carrera importante en Europa, de trascender y demostrar sus enormes cualidades en los escenarios más grandes. Ya tiene 26 años y debería asumir el reto de ser titular indiscutible del Porto y buscar nuevos desafíos. Es una realidad, el hermosillense no proyecta más que conformismo con su carrera futbolística.

Y nombres como ellos, hay muchos: Marco Fabián, Javier “Chofis” López, Carlos Salcedo (quien todavía pudo jugar más tiempo en Europa), Jonathan dos Santos, Alan Pulido, Carlos “Gullit” Peña, Eduardo Herrera, Pablo Barrera y Ulises Dávila, por mencionar algunos.

Afortunadamente para el futbol mexicano, hay otros jugadores que sí han “cobrado ese boleto de lotería ganador”, ejemplos: Andrés Guardado, Héctor Herrera, Guillermo Ochoa e incluso Javier “Chicharito” Hernández (aun con todos sus detractores).

En la actualidad parece que una buena camada de futbolistas mexicanos de las más recientes generaciones de jugadores ha aprendido de los errores del pasado y traen “un nuevo chip” en la cabeza. Entre ellos, Raúl Jiménez, Hirving Lozano y Diego Lainez, en Europa; y en México, Edson Álvarez, José Abella y Elías Hernández.

Pero así como Chuckie, el mejor amigo de Will en “Mente Indomable”, le advirtió el gran error que cometería en no aprovechar su gran inteligencia para superarse, también sería un “insulto” para el futbol mexicano que las nuevas generaciones de talentosos jugadores no superen a sus antecesores, no sólo en ambición, sino también en éxitos.

Director GRADA NORTE. Experiencia de 22 años en el Periodismo Deportivo. Coberturas internacionales, entre ellas: 4 Juegos Olímpicos, 2 Copas del Mundo de Futbol, 2 Campeonatos Mundiales de Atletismo y 5 Juegos Panamericanos.

Twitter: @jlsibaja