Mayweather-McGregor: ¿La antesala de otro fiasco?
Ayer, ambos cumplieron marcando por debajo del límite pactado (154 libras) para este enfrentamiento disfrazado como pelea de box, Mayweather flacucho con 149.5 libras (67.81 kg) y McGregor drenado con 153 libras (69.39 kg).
No es una sorpresa ver a Mayweather marcar por debajo de lo pactado, en realidad va subir al ring como un peso welter contra un ‘boxeador’ debutante que nunca ha peleado como peso superwelter en un ring.
Las 149.5 libras es la mayor cantidad de peso que Mayweather ha marcado en la báscula desde que pesó 151 libras contra Miguel Cotto (05/05/2012) y ésta será apenas la sexta vez para el autoproclamado “The Best Ever” que pelea ante un rival en peso superwelter.
Para McGregor esto es otra historia y un juego muy diferente con reglas completamente ajenas a lo que se le permite hacer dentro del octágono en la UFC, donde ha construido su reputación como una salvaje máquina de la destrucción haciendo gala de un certero estilo, aderezado con finales contundentes que inundan resúmenes estelares en YouTube y las redes sociales.
McGregor es en esencia letal cuando decide golpear con los puños a sus rivales artemarcialistas.
Sin embargo CompuBox ha escaneado sus diez últimas peleas y lo que los números permiten analizar con esta muestra es lo siguiente: McGregor no es un atacante, es un contragolpeador. Es un combatiente que se queda atrás, espera a que el oponente venga a él, y trata de lastimarlo con un golpe de poder.
Además, en esas 10 peleas que CompuBox registró McGregor pasó 21 minutos en sus pies. Él va a pasar 36 minutos en sus pies en una pelea de box en un ring contra Mayweather, un maestro defensivo que domina el contragolpe y en ocasiones luce como un científico dulce dentro de este estilo. Esto será una nueva experiencia para el aguerrido irlandés con todo y su personalidad magnética.
Según CompuBox (que usa el servicio CompuStrike en la UFC) en esas diez peleas McGregor lanzó alrededor de 42 golpes por round. Eso significa que no sólo es un contragolpeador, sino que es un golpeador de ritmo relativamente lento y poco volumen de actividad, es muy económico para lanzar puñetazos.
Los únicos dos boxeadores que le dieron mucha dificultad a Mayweather durante largos períodos de tiempo en una pelea fueron José Luis Castillo (primera pelea en 2002) y Marcos Maidana (primera pelea en 2014), dos agresores de gran presión que acertaron más de 200 golpes sobre Mayweather y lo tuvieron en las cuerdas cada round, logrando lanzar entre 75 y 80 golpes.
Los números indican que eso no describe a McGregor.
Mayweather por su parte, ostentó el diferencial a favor (PlusMinus) más alto en la historia de CompuBox durante gran parte de su carrera con un saldo de +24, ya que en promedio acertó un 44% de sus golpes y sus rivales apenas le conectaron el 20%.
La última vez que Mayweather enfrentó a un contragolpeador tan bueno como él fue en 2009 en un peso de ajuste muy ventajoso para cuando subió al ring contra Juan Manuel Márquez, quien apenas acertó el 12% de sus golpes (69/583).
McGregor no tiene más que recurrir a sus ventajas evidentes: mayor peso, mayor fuerza, más alcance con sus brazos, más poder y juventud, 29 años de edad.
La bravuconería natural que pose, su conexión orgánica con millones de aficionados, los juegos de “trash talking” no le servirán de nada en el ring.
Con todo en contra
¿Tiene oportunidad de ganar la pelea McGregor?, sí (mínima) partiendo del principio de que sabe lanzar golpes y colocarlos cuando contragolpea, pero éste es un escenario que nunca ha conocido el irlandés.
Entre las opciones que tiene para poder lastimar o cansar a Mayweather, de 40 años, están los amarres recurrentes en el centro y las cuerdas haciendo colgar todo su peso rehidratado mañana por la noche, que serán alrededor de 170 libras (77.11 kg) sobre su rival, que subirá pesando cuando mucho 155 libras (70 kilos).
Los amarres generarían esfuerzo adicional para Mayweather ya que además de cargar su peso y el de McGregor entra como factor el hecho de que durante este movimiento el cuerpo bombea mucha sangre a los hombros y con la repetición de este patrón viene el cansancio natural y la pérdida de potencia en un combate.
McGregor va ganar la batalla de la popularidad y los aplausos previo al inicio del combate en la arena T-Mobile de Las Vegas, Nevada, donde se estima la presencia de 8 mil visitantes de Irlanda que van a generar una atmósfera eléctrica durante la presentación de ambos peleadores por parte de Jimmy Lennon Jr. para la cadena Showtime.
El gran factor considerar es que Mayweather se alimenta de esa electricidad para imponer su maestría defensiva y absorber el ímpetu de sus rivales después de un par de rounds hasta extender el control del paso y establecer la distancia para contragolpear con rectos de derecha a la cabeza y ganchos de izquierda cada vez que tratan de atacarlo.
Si alguien está dispuesto a ver la pelea con la expectativa de un espectáculo lleno de acción, sangre y golpeo salvaje está en riesgo de quedar decepcionado.
Mayweather vs McGregor podría terminar siendo tan aburrida, genérica y prescindible como Mayweather vs Pacquiao en 2015.
Las estrategias de marketing, el bono demográfico de milenials como aficionados ocasionales y un nuevo nicho de mercado, por otra parte, se van a conjugar para convertir este combate en un éxito enorme para la industria y la TV de paga, las estimaciones apuntan a al menos 4.5 millones de abonados de pago por evento, una derrama turística de 100 millones de dólares en Las Vegas e ingresos por 450 millones de dólares para patrocinadores,, promotores, ambos peleadores y Showtime.
VEREDICTO:
Mayweather (favorito en las apuestas 6 a 1) le va dar una lección de contragolpeo y técnica defensiva a McGregor a lo largo de 12 rounds peleados a un ritmo lento, para alzarse con la victoria por amplia decisión unánime. McGregor no va encontrar ángulos para colocar sus golpes sobre un boxeador profesional.
Esto tiene elementos de sobra para convertirse en un fiasco arriba del ring y afectar la percepción del aficionado ocasional sobre el boxeo, además de perjudicar la promoción y ventas de la megapelea del año entre Saúl “Canelo” Álvarez y Gennady Golovkin, pactada para el 16 de septiembre.
Analista de boxeo para EXPRESO
* En el siglo 18 el boxeo era llamado la ‘Ciencia Dulce’, gracias a la obra Boxiana (1813-1828) del periodista británico Pierce Egan.
Twitter: @morpheus_mx1