Su primera oportunidad en los campos de entrenamiento se la brindaron los Dodgers de Los Ángeles, aunque no fue hasta dos años después que se dio su paso por sucursales de los Bravos de Atlanta y posteriormente su gran salto con el equipo grande.

En invierno del 71-72 estábamos jugando en Mazatlán, resultó que allá estaba el gerente general de los Bravos de Atlanta, sin yo darme cuenta alguien me estaba viendo”, dijo.

Le gustó como lancé, en 1972 llegué a Doble ‘A’ y lancé cinco partidos; gané cuatro, perdí uno y al próximo año me mandaron invitación de entrenamiento de Grandes Ligas”, añadió.

El veracruzano lució en los entrenamientos, pero la barrera del idioma y los problemas para interpretar las señas lo enviaron de nuevo a Triple ‘A’.

Por ahí de mayo fue el gerente que me había firmado y quiso que ya no siguiera iniciando partidos, que me mandaran al bullpen porque Bravos me iba a subir pero como relevo”, aclaró.

Un día, León recibió el llamado del trainer del equipo, quien le indicó que debía recoger todas sus cosas porque ya era momento de irse, el mexicano pensó que el sueño había acabado.

¿Para México? le dije’, ‘No, vas a Atlanta, junta tus cosas que vas a Grandes Ligas’, me dijo”.

Total que llegué al estadio faltando alrededor de 20 minutos para que empezara el partido, me hicieron que me cambiara rápido porque ya estaba en el roster, me llevaron al bullpen y en la tercera entrada ya estaba pichando”, relató.

En esa tercera entrada, con corredores en las bases, el veracruzano colgó el cero y se mantuvo en el montículo por cuatro entradas más.

Lo más impresionante es uniformarte, luego que te digan que vas a pichar y luego darte cuenta de que tienes de compañero a Hank Aaron, que tienes de contrario a Willie Mays y que tienes en la loma de los disparos a Tom Seaver”, recordó.

Órdenes del manager

En 1997 teníamos una racha de 16 juegos perdidos, salimos de Chicago a Pittsburgh y Ted Turner (propietario de los Bravos) le dijo al manager: ‘¿sabes qué?, vete unos días a pescar… 

El martes, el día que iniciaba la serie vimos a Ted uniformado, de repente andaba con uno y luego por allá platicando con otro, por eso no se nos hacía extraño”, indicó.

Pero ese día la cosa fue diferente, Ted Turner se había convertido en el nuevo manager de los Bravos de Atlanta”, relató. 

Uno se pregunta de dónde Turner saca los conocimientos de un manager y resulta que corrió a Dave Bristol y lo mandó a pescar, Turner dirigió ese día y perdimos el juego número 17”, dijo.

Terminando el juego se encamina a mi locker y me dice: ‘Oye, mexicano, tu vas a pichar mañana’, así me dijo; a mí me dio hasta risa, él era un tipo bromista… 

Al otro día recibió un telegrama del Comisionado, donde le decía que no podía ser dueño y manager, por supuesto que siguió como dueño, pero la orden de que yo pichara ya la había dado”, aclaró.

Ganamos el partido 6-2, yo lo gané, de regreso me traía en primera clase junto con él tomando champaña”, recordó.