Ante alrededor de 3 mil aficionados, comenzó el combate, en el que el rival de Chávez parecía estar haciendo “sombra”, ya que no concretaba hacer contacto con el cuerpo del ex boxeador.

En cambio Chávez conectaba hacia la careta y el pecho de su oponente, quien lo quiso poner contra las cuerdas pero de nueva cuenta, los reflejos de Julio César fueron mejores para esquivar los puños.

En el segundo round Chávez demostró porqué fue esa gran figura dentro del boxeo, ya que consiguió grandes golpes contra la careta e incluso la misma cabeza de su rival.

El panorama fue similar en el segundo asalto, aunque el “César del Boxeo” finalmente recibió algunos golpes puso en exhibición no sólo la condición sino también la técnica de su contrario.

El campeón permaneció en el cuadrilátero por dos episodios más para enfrentarse a un aficionado y finalmente agradeció a los sonorenses que asistieron al evento.

El gran César y su legado
“Al principio me sentí muy bien la verdad porque tenía mis zapatillas de 35 defensas de Campeonato Mundial, pero después volví a mi realidad de que ya estaba viejo, de que los años no pasan en balde”, dijo el ex boxeador de 52 años.

{xtypo_quote}Recordé los momentos que defendí mi campeonato con estas zapatillas, para mí tienen un valor muy significativo, sentía que estaba volando al principio, pero luego llegué a mi realidad y ya estaba cansado”, admitió.{/xtypo_quote}

“La verdad estoy bien contento, bien satisfecho la verdad con el apoyo del público porque se recaudaron mas de dos toneladas de juguetes y eso es un beneficio para la gente pobre”, aseguró.

El legado de Chávez González no sólo continuará con la construcción del Pabellón Olímpico de Boxeo, sino que además el campeón impulsará a laos nuevos valores del pugilismo en Sonora.

“Lo más importante no es el Pabellón, sino que voy a estar viniendo a asesorar a los muchachos jóvenes que pueden ir a una Olimpiada Nacional, a un nacional y puedan ir a representar a Sonora”, dijo.

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