La lealtad que ‘Mini Ron’ tiene por Cimarrones de Sonora no tiene límites
Desde el año 2017 Daniel ha personificado a “Mini Ron” y se convirtió en la chispa de energía que busca contagiar de ánimo al frío ambiente que se vive en la casa de los cornudos.
No todo es futbol, fuera de ella existe un futuro profesionista de la Licenciatura en Diseño Gráfico, Daniel, con apenas 19 años tiene clara su meta: Hacer caricaturas y aprender animación.
“Es una persona que siempre está haciendo algo, muy activo, creativo, se le da el dibujo, las manualidades, le gusta la historia, leer, tiene una capacidad para recordar las fechas y eventos históricos”, así lo describe su padre, Daniel Marín.
En el balompié Daniel divide su afición por los Rayos del Necaxa y Cimarrones; a los “hidrocálidos” los apoya debido a la influencia de su abuelo paterno.
Fue gracias a una invitación del hijo del entonces presidente del club, Servando Carbajal, que Marín tuvo su primer acercamiento con el “Rebaño de la Montaña”.
De esta manera, el viernes 12 de agosto de 2016, Daniel, sin personaje alguno, visitó por primera vez las tribunas del “Héroe”, en aquella fecha, los locales derrotaron 2-1 a Murciélagos de Los Mochis con goles de Othoniel Arce y Raí Villa.
A partir de ese momento nació su amor por el cuadro sonorense, pero su compromiso lo llevó a demostrar su pasión a niveles superiores.
Daniel continuó como seguidor de Cimarrones, hasta el 7 de octubre de 2017, cuando decidió ir al estadio en una faceta distinta, disfrazado con una llamativa máscara de borrego cimarrón.
“En ese partido contra Dorados de Sinaloa íbamos ganando 1-0 cuando aparecí con la máscara, yo me iba a llamar ‘El Hombre Cimarrón’, pero el sonido local me nombró “Mini Ron” y por eso se quedó ese nombre”, reveló Daniel.
Marín Córdova aseguró que la misión de su personaje es guiar a los cornudos a Primera División y motivar a los aficionados a que no se queden sentados, más bien que se animen a echar porras.
Elabora la máscara con creatividad
Si hay algo que caracteriza a “Mini Ron” es su máscara con los colores café y beige, la realización de esta le tomó un tiempo aproximado de tres semanas.
“Utilicé dos globos con engrudo e hice el cráneo, la nariz la hice con un vaso de plástico, le puse algunas bolas y las pegué, y de ahí hice la boca.
“Corté cartón para hacer los cuernos y las orejas, las uní con pegamento y engrudo y finalmente pinté la máscara con los colores de un cimarrón”, explicó Daniel.
La afición de Daniel por Cimarrones está llena de sacrificios, el más claro de ellos, es el traslado de 130 kilómetros que él tiene que hacer desde el puerto de Guaymas hasta la capital del estado.
Ya sea con su familia o con un amigo, en carro o en autobús, clima soleado o lluvioso, él tiene claro su compromiso de estar cada quince días en su “segunda casa”.
“Es igual que su mamá, muy comprometido con lo que hace, son constantes, Daniel dice: ´voy a ir a todos los partidos´ y nos mueve a todos, tenemos que mover la agenda para cumplir.
“Nos da gusto que por sí solo llame la atención, que crea un personaje, nos da gusto el empeño que le pone así que como no apoyarlo; asusta el contar cuantos viajes van a hacer, pero él es comprensivo cuando no se puede”, relató su padre.
Dentro del estadio, Daniel no pierde el tiempo, no hay sección que no recorra, grita, alienta, se emociona, no le importa cuanta gente vaya al “Héroe”, él disfrutará de ver a su jugador favorito, Miguel Vallejo.
Irónicamente, el aficionado más leal a Cimarrones no vive en Hermosillo, pero mientras haya juego Daniel tendrá un motivo para ser feliz, y quizá si algún día hay Primera División en Sonora, “Mini Ron” tendrá lista su “armadura” para apoyar.
MENSAJES DE DANIEL MARÍN, A:
LA AFICIÓN:
“Que siempre apoyen al equipo, que no se queden sentados, que echen todas las porras para obtener lo que queremos”.
LOS JUGADORES:
“Ustedes échenle ganas, nunca se rindan y siempre den lo mejor para nosotros”.
JUAN PABLO ROJO (presidente de Cimarrones):
“Es un buen hombre y que siempre dé lo mejor para el equipo”.