El técnico colombiano ha tenido un camino agridulce con la selección nacional, donde ha tenido resultados positivos y una eliminatoria casi brillante para calificar a México “caminando” a la justan mundialista de Rusia 2018.

Pero lo que ha quedado marcado en la “era Osorio” son dos resultados que calaron duro en el ánimo y la memoria del ámbito futbolístico mexicano y fueron la derrota en cuartos de final ante Chile por 7-0 en la pasada Copa América 2016 y en la semifinal de la Copa Confederaciones 2017 por 4-1 ante Alemania.

La derrota ante Chile fue la que puso en serias dudas las virtudes de Juan Carlos Osorio, para mí un técnico preparado, estudioso y capaz, pero que después de perder 7-0 dejó muchas dudas a todos, incluyéndome para ser sincero.

Aquella fue una tarde desastrosa para los jugadores “tricolores”, una que dudo mucho que vuelva a pasar, pero que quedará marcada para siempre en el futbol mexicano.

Juan Carlos Osorio se vio superado en la estrategia e incapaz para revertir el baile Chile le dio en el Levis Stadium en California, Estados Unidos, ahí parecía que las horas estaban contadas para el colombiano en el banquillo de México, pero no fue así.

Después vino otro certamen oficial  para que Osorio pudiera demostrar que su experiencia y conocimiento eran suficientes para hacer que México trascendiera a nivel internacional, pero después de regular fase de grupos donde empató con Portugal 2-2, y venció por similar marcador de 2-1 a Nueva Zelanda y al anfitrión Rusia, llegó el reto mayor para el “Tri” en la justa.

No habían pasado ni 10 minutos de juego cuando los teutones ya estaban arriba por 2-0, lo que parecía iba a hacer otra goleada catastrófica en contra de México, y al final el duelo terminó 4-1, lo que volvió a sembrar dudas en la afición, analistas, ex jugadores, comunicadores y todo aquel involucrado en el futbol mexicano.

A pesar de estos resultados, yo sigo creyendo en el trabajo del estratega colombiano, muchos (la mayoría) de los involucrados de una u otra forma en el futbol mexicano piensan que Juan Carlos Osorio no es el técnico ideal para México, pero yo SÍ veo una idea de juego y de estilo en el “Tri” de Osorio, que a muchos no le gusten es muy diferente a no tener esa idea o estilo.

Osorio basa su juego en contar con dos extremos bien abiertos, Hirving Lozano y Jesús “Tecatito” Corona, que puedan desequilibrar en la última línea y puedan poner a jugar a su centro delantero con centros.

Pero además la labor de sus volantes es fundamental para desarmar el ataque rival y llegar también con fortaleza al ataque para disparar de media distancia o llegar al área con fluidez y por sorpresa.

En su línea defensiva se le ha cuestionado colocar a centrales como laterales, pero su prioridad es defender con eficacia, por eso elige a jugadores netamente defensivos y que pocas veces se involucren en cuestiones ofensivas.

Además que al contar con extremos en el ataque, no necesita que sus laterales se pronuncien al ataque ya que incomodarían el espacio para regatear de sus principales armas en los costados.

Otra de las cartas fuertes que tiene el conjunto “Tricolor” es la contundencia y eficacia en momentos difíciles, ya que en muchos juegos cuando se le ha puesto complicado el panorama, han llegado goles que ponen tranquilidad y después México termina llevándose un resultado favorable.

La Copa Mundial Rusia 2018 será la prueba final para Juan Carlos Osorio, y a mí parecer tiene las herramientas, el conocimiento y la estrategia necesaria para hacer que México tenga un torneo sobresaliente, que para mí sería llegar a octavos de final y hacerle juego al que para mí es uno de los dos favoritos para llevarse el campeonato, Brasil.

*Disfruto los deportes, pero más aquel donde se patea un balón y lo demás es felicidad pura.