Columna

La caída de Tyson ante Douglas cambió para siempre el boxeo

¿Cree haber visto algo así recientemente?, piense en la primera edición de Andy Ruiz vs Anthony Joshua en julio de 2019, cuando el peleador de origen mexicano noqueó en seis asaltos al campeón unificado de peso completo para alterar por completo el destino de la división, y de la industria.

Pero, regresemos a esa noche de 1990 con el boxeador que se convirtió en el campeón de peso completo más joven de la historia y que cautivó la atención gracias a sus asombrosos nocauts e impresionantes muestras de agresividad e intimidación arriba del ring. Ahí perdió su aura de invencibilidad para siempre ante un rival calificado como carente de motivación.

Tyson-Douglas representó un parteaguas en el deporte llamado por los puristas como ‘la ciencia dulce’ en los años 90 porque sepultó a alguien que era considerado un titán, cuya imagen en la lona dejó en claro que su era de dominación llegó a su fin, un evento que tomó por sorpresa y que dejó al espectáculo huérfano, ya sin una atracción con poder de masas en la figura individual de un solo peleador.

Tyson expuso sus tres títulos mundiales de peso completo en Tokyo, Japón, ante Douglas, un desfavorecido que era considerado como un nocaut más en el currículo de ‘Iron Mike’ y que estaba abajo 42-1 en las apuestas para ganar la pelea, una línea de apuestas que se ha quedado en la cultura de los casinos y los apostadores.

Douglas hizo a un lado la adversidad motivado principalmente por la muerte de su madre un par de semanas antes de la pelea, ofreciendo una gran cátedra de boxeo para la división de peso completo con un jab punzante para iniciar con la destrucción hermosa.

De hecho, Douglas llegó a Tokyo dos semanas antes que Tyson en medio de una tormenta emocional que no solo incluía la muerte de su mamá, sino que se había separado de su esposa en esos días, y además la mamá de su hija había sido diagnosticada con cáncer.

¿Y Tyson?, el campeón pasaba tiempo en Japón durmiendo con geishas, jugando videojuegos en máquinas arcade y promocionando la pelea.

Confieso, yo no vi el combate en vivo hace 30 años, sin embargo, gracias a Youtube, y a que conseguí un documental en DVD de seis horas producido por ESPN que narra la carrera de Tyson he logrado disfrutar esta pelea completa una y otra vez, y anoche recientemente.

 

El principio del fin

 

Douglas entró corriendo desde el vestidor a la arena para subir al ring impaciente por la aparición de Tyson, el amo de la intimidación con su caminata al cuadrilátero sin su bata.

Desde el primer round ‘Buster’ exhibió un largo, rápido y preciso jab de izquierda que Tyson jamás se pudo quitar del rostro ante la mirada atónita de miles de japoneses que atestiguaron este hecho en el Domo Tokyo.

Ese golpe, seguido de puñetazos en forma de ‘uppercuts’ a la quijada y ganchos a las costillas del campeón fueron la puerta que le abrió la puerta hacia la inmortalidad dentro del pugilismo de paga.

Douglas subió en gran forma física, mostrando además un gran deseo por ganar, y una velocidad de manos superior a la de Tyson, que llegó con una esquina no preparada para la ocasión y la ausencia notable de Kevin Rooney, su entrenador original, quien fue hecho a un lado por diferencias promocionales previas al evento provenientes de Don King.

Ver a Douglas golpear a ‘Iron’ Mike, incluso 30 años después de conocer el resultado deja ver que convirtió en esto en parte del proceso de duelo que le dejó la partida de su madre Lula Pearl Douglas, tenía un motivo superior para trascender.

 

Preciso

 

La precisión con la que Douglas golpeó a Tyson, sobre en los primeros cinco rounds fue impresionante; uno puede escuchar claramente el impacto de sus puñetazos sobre la humanidad de un aturdido y letárgico Tyson que no supo nulificar la ofensiva de su enorme antagonista, quien conectó golpes a una razón de dos por uno, y con una precisión del 52%, de acuerdo a CompuBox.

No fue fácil para el desfavorecido retador mantener esa agresión en Tokyo, Tyson mostró su calidad en el sexto round, en el cual empezó a meterse en la distancia corta para castigar a Douglas con poderosos golpes curvos en el rostro, por primera vez el campeón de los completos exhibió condiciones para lastimar seriamente a su rival.

Para el séptimo el ímpetu de Douglas se acabó, lució cansado, su jab era errático, sus golpes de poder ya no alcanzaron a Tyson, quien para entonces ya estaba crecido y castigaba de manera frecuente al retador ante un público que parecía revivir con lo que estaba viendo.

El octavo round estuvo cargado de drama provocado por el ataque temprano de Tyson quien se lanzó sobre Douglas desde que sonó la campana, sin embargo, el último minuto de ese round fue sensacional porque de alguna manera Douglas se recuperó atrapó a Tyson contra las cuerdas y lo empezó a cruzar con fuertes ganchos de izquierda y derecha que habrían derribado a otro campeón de la división.

Tyson se replegó, pero encontró un espacio, un intervalo en el cual midió los golpes abiertos de Douglas y logró meterse debajo de sus hombros para lanzar un salvaje uppercut, detrás de su guardia peekaboo, de derecha que falló por centímetros.

 

Renace

 

El segundo fue certero y mortal, se impactó de manera plena en el mentón de Douglas, una mole humana de 1.92 metros y 105 kilos de peso, que fue sacudido y enviado a la lona en malas condiciones ante el delirio reservado de los nipones y ante las sonrisas cómplices de King y el magnate Donald Trump, quien ya había invertido en casinos de Atlantic City para promover peleas de Tyson y en esa época ansiaba llevarse una porción del negocio asegurando más negocios con King y Tyson en Estados Unidos.

Parecía que Tyson lo había hecho, que lo había logrado a pesar de estar perdiendo la pelea con un golpe desesperado devastador cuyo poder habría superado el esfuerzo sobrehumano de Douglas.

Pero no fue así, ‘Buster’ furioso golpeó con su puño derecho la lona mientras el referí Octavio Meyran le aplicaba la cuenta sin ocultar su sorpresa. ¿Fue el espíritu de Lula Pearl Douglas? Quizá no, parece que fue el león en el corazón de este boxeador lo que se sobrepuso al dolor físico y la presión emocional del momento.

Douglas a duras penas superó el lento conteo de Meyran a los nueve segundos, y ganó un poco de tiempo extra ya que la campana sonó para poner fin a ese round, que a la postre acabó con las aspiraciones de Tyson de recuperar un triunfo perdido con un golpe milagroso, producto de un destello ocasional de la dinamita que aún tenía en sus puños y en la ferocidad característica de su estilo para agredir.

El noveno round fue un desastre para Tyson, quien empezó agresivo, pero ya bastante mermado por el castigo acumulado que su inspirado rival, y mejor preparado, le había propinado.

Douglas de alguna manera recuperó el jab, la energía y la confianza que le sirvió para sacudir a Tyson en la primera mitad de la pelea.

Un largo jab, seguido por un demoledor gancho de derecha envío a Tyson contra las cuerdas, otro largo jab le sacudió la cabeza y le hizo bajar la guardia para que entraran dos ganchos más de Douglas, quien, frustrado, pero insistente, se dio cuenta de que estaba a punto de lograr lo imposible.

 

Contundente

 

El décimo round terminó pronto, Douglas acorraló a Tyson cerca de una esquina, lo sorprendió con tres jabs consecutivos, un gancho de izquierda que pasó rozando por la cabeza de Tyson y un ‘uppercut’ de derecha que conmocionó a Tyson y al mundo entero desde la Tierra del Sol Naciente. El silencio sepulcral de la afición nipona en el Domo Tokyo es uno de los ornamentos de ambiente más simbólicos y dramáticos en la historia de la ciencia dulce.

Douglas había conquistado al monstruo, acabó con la grandeza de Tyson, echó por la borda los planes de negocio de King, de Trump, y la cadena HBO por enfrentar a Tyson con Evander Holyfield ese mismo año, en una pelea que ya estaba pactada antes de Douglas.

Dejó al boxeo sin su máxima figura, y lo que es más, acabó con la última gran figura de una división de peso completo que 30 años apenas está renaciendo por la competitividad y por el interés de los aficionados.

Por el otro lado, Tyson creó la narrativa de que fue víctima de un accidente esperando por pasar desde hacía meses cuando despidió a su entrenador Rooney y quedó a expensas de la ambición de King, las tentaciones, la ausencia de un guía, y su falta de enfoque. Todo lo llevó a tener una serie de problemas previos a la pelea contra Douglas, pero fue principalmente por la capacidad exhibida de éste que Tyson perdió para siempre su plenitud esa noche en Tokyo.

 

El presente

 

A la fecha, Douglas lidia con diabetes tipo dos en su residente de Ohio, ya a los 59 años de edad, recordando esa noche cuando apenas ganó 1.3 millones de dólares en bolsa directa.

Tyson, de 53 años de edad, goza mejor suerte, con estabilidad financiera incursionando en el negocio de la mariguana medicinal en su rancho de California y como podcaster en ciernes.

Sobre esta memoria, el decano británico Steve Bunce publicó el 10 de febrero para The Independent:

“Douglas rompió su contrato con King, ganó 24 millones de dólares por perder ante Holyfield, King y Trump recibieron 4.5 millones de dólares en compensación por no promover la revancha, Trump es el presidente estadounidense, Tyson todavía persigue a Las Vegas, King sigue promocionando y Douglas, después de un coma diabético, pasa su tiempo pescando y gastando su dinero. El 11 de febrero de 1990 fue el día en que Tyson perdió, King lo perdió, Trump hizo un trato y el boxeo tomó el turno que necesitaba. No se olvida fácilmente, incluso si a nadie le importaba en ese momento”.

Douglas y Tyson siempre serán recordados por enmudecer al mundo.

 

 

EN FRASES:

 

“Yo no tenía miedo, y para mí esa fue la clave. En algún punto en la pelea me sentí invencible, experimenté un sentimiento que nunca antes tuve”.

James ‘Buster’ Douglas

Ex campeón peso completo

 

 

“Esta es la más grande sorpresa en la historia del deporte. Douglas no tenía nada que hacer de alguna manera para vencer a Tyson. Nadie de hecho”.

Bert Sugar (1936-2012)

Historiador de boxeo en Estados Unidos

 

 

COMPUBOX

 

° Douglas acertó 230 de 441 golpes (52%), en contraste Tyson acertó 101 de 214 (47%).

 

° A pesar de que Tyson conectó casi la mitad de lo que lanzó nunca pudo resolver el jab doble de Douglas, su mano derecha y el movimiento lateral.

 

° El golpe clave para Douglas fue su jab “ramrod”, el cual conectó en 128 ocasiones de 243 intentos. El jab lo conectó con una efectividad del 53%, promediando 13 pegados de 24 lanzados por round, lo cual le permitió acertar 102 de 198 golpes de poder en total (52%).

 

° De manera increíble la pelea estaba empatada en las tarjetas de los jueces. Douglas iba arriba en la tarjeta de Larry Rozadilla. Pero Ken Morita y Masakazu Uchida la anotaron 87-86 (Tyson) y 86-86, respectivamente.

 

 

MIKE TYSON

 

RÉCORD: 37-0-0 33 KO’s

EDAD: 23 años y 7 meses

TÍTULOS: CMB, FIB y AMB de peso completo

ESTATURA: 1.82 metros

PESO: 100 kilos

 

 

JAMES DOUGLAS

 

RÉCORD: 29-4-1 Ko’s 20 KO’s

EDAD: 29 años y 10 meses

TÍTULOS: Ninguno

ESTATURA: 1.92 metros

PESO: 106 kilos

 

https://www.independent.co.uk/sport/boxing/mike-tyson-buster-douglas-tokyo-fight-heavyweight-las-vegas-a9326521.html

 

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