Japón y el rock and roll
Pero obviamente esta evolución pasó por varias etapas, y podemos decir que curiosamente el boom del rock and roll iniciaba al pie de los Juegos Olímpicos Tokio 1964 en pleno auge de los hippies y cuando bandas inmortales apenas daban sus primeros pasos.
La gota que derramó el vaso en el lejano oriente, fue la presentación de The Beatles en Tokio en 1966, quienes apenas seis años antes surgieron para sorprender a millones de personas alrededor del globo terráqueo.
Pero volvamos a ese año olímpico cuando empezaba a tomar reconocimiento el mismo cuarteto de Liverpool, al lado de ellos, abriendo brecha, aparecían los incansables The Rolling Stones (1962) -los únicos en activo en la actualidad-, The Animals (1962), The Yarbirds (1963),The Who (1964) y Lynyrd Skynyrd (1964).
Es decir, hablamos de los papás de los pollitos, quienes inculcaron el camino al primer grupo de rock japonés: Flower Travellin’ Band que nació en 1968 (en plenos Juegos Olímpicos en México) con una mezcla de un sonido sicodélico y ácido, lleno de influencias de hard rock y heavy metal.
A la par nace RC Succesion (1968) con una fusión de rock, folk y glam, quienes llegaron a ser más reconocidos, pues pese a que se desintegraron en 1991, siguen siendo de los grupos de rock japoneses más influyentes de todos los tiempos.
Pasó casi una década y un lustro y en 1981 aparecería Loudness, una banda de hard rock 100% japonés formada por el guitarrista Akira Takasaki y que hasta la fecha mantienen el estatus de ser de los más triunfadores de su país alrededor del mundo; la agrupación tuvo millones de ventas en el planeta y sobre todo en el difícil mercado estadounidense en donde fueron los primeros nipones en triunfar en grande.
Un año después, en 1982, nació Death Angel, excelente grupo de trash metal, con integrantes estadounidenses, liderados por los hermanos Pepa, Gus y Dennis, además de su primo Rob Cavestany, los tres nacidos en California, pero con raíces japonesas. Aunque su clímax lo alcanzaron ocho años después (1990) bajo el disco “Act Three” pero jamás se acercaron a la popularidad de Loudness.
En la actualidad existen grupos japoneses ya con una vasta carrera, forjada y aplaudida, como la de los experimentados Buck Tick (1985), quienes siguen vigentes con su rock ligero con tintes de gótico al igual que Glay (1985) que deja entrever toques poperos, alternativos y electrónicos en sus composiciones.
No podíamos olvidar a B’z (1988), una banda con apenas dos integrantes, y que hasta el momento es la única japonesa en poseer una estrella en el paseo de Hollywood por sus éxitos llenos de hard rock duro, algo de blues y hasta new wave, con pegajosos y estridentes riffs.
El estilo progresivo con aditamentos de alternativo y punk no podían faltar con Luna Sea (1989) quienes regresaron el 2013 a los escenarios después de 13 años fuera del ámbito pues decidieron separarse en el 2000 con un apoteósica tocada en el Tokio Dome.
La lista es enorme, pero la cerraremos con Asian Kung Fu Generation (1996), quizá para algunos amantes del animé japonés les suenen conocidos pues son los compositores del tema de introducción de la serie Naruto; también han producido canciones para otras animaciones gracias a su estilo punk, alternativo e indie.
Así, los años pasan, pero las grandes agrupaciones niponas siguen sonando fuerte, por otro lado, bandas occidentales de grueso calibre les siguen retribuyendo la pasión que demuestran al rock, un ejemplo es la publicación de decenas de grabaciones en vivo de conciertos celebrados en esa nación.
Prueba de ello es que uno de los grupos más clásicos, Kiss, hace apenas unos días homenajeó al pueblo nipón con un concierto celebrado 20 años atrás, grabado en su totalidad en la capital japonesa, pero hasta hoy lo presentan como álbum, bajo el título de “Off The Soundboard: Tokio 2001”.
Curiosamente los primeros en hacerlo fueron los locales Flower Travellin’ Band junto con los Deep Purple, quienes, sin ponerse de acuerdo, fortuitamente, en 1972 lanzaron un directo bajo el mismo nombre de “Made In Japan”, les siguió Scorpions con “Tokyo Tapes” (1978), y un año más tarde lo hizo Judas Priest por sacar el “Unleashed In The East” (1979); posteriormente la “Doncella de Hierro” presentó el “Maiden Japan” (1981).
Arturo Llanes Reyes tiene 21 años en la crónica deportiva. Especializado en prensa escrita con experiencia en radio y televisión. Twitter: @arturollanes