Mientras el múltiple medallista mundial y olímpico mueve masas que llenan todos los estadios donde se presenta alrededor del mundo, el jamaicano es inspiración para esa pequeña isla caribeña de apenas tres millones de habitantes.

El Estadio Olímpico “Joao Havelange” de Río de Janeiro se estremeció con la presencia de Bolt, niños, mujeres y adultos sabían que el jamaicano llegaba a Río 2016 en búsqueda de su tercera medalla de oro olímpica consecutiva y eso bastaba para generar una emoción extra al espectacular escenario olímpico.

Entre las gradas, varios grupos de jamaicanos ondeaban orgullosos sus banderas, vestidos, la gran mayoría, con los colores verde, amarillo y negro, con la silueta del hombre más rápido del mundo en la historia o con el nombre “Bolt” impreso en camisetas.

Entre las gradas, Patricia Sutherland y Sean Green saludan a la gente con su gran bandera de Jamaica y bromean con un grupo de estadounidense sentados detrás de ellos en el Estadio Olímpico.

“Él da esperanza a los jóvenes en Jamaica, les muestra que es posible llegar lejos y lograr lo que uno se propone, no importa de dónde venga uno, con trabajo fuerte uno puede conseguir lo que se proponga.

“Bolt es un gran ejemplo para nuestro país, por eso lo queremos mucho, lo apoyamos, porque además es muy auténtico, muy humilde y siempre se muestra orgulloso de su país”, explicó Sutherland

Sean Green, atento, asentó con la cabeza y dijo sentirse orgulloso de ser jamaicano, como Bolt, por provenir de una pequeña comunidad, al igual que él, y lograr convertirse en leyenda.