Las tortillas de harina y las coyotas que le envió su familia a través de EXPRESO y GRADA NORTE, Eva las recibió sonriente, abrió uno de los paquetes y hábilmente hizo un taco que saboreó, luego de platicar las palabras que le envió su madre en una carta que recibió antes de presentarse en sus primeros Juegos Olímpicos.

Eva ocupó la quinta posición en la competencia de los 63 kilos de levantamiento de pesas, al finalizar con registros de 100 kilos en arranque y 120 en envión, para un total de 220 kilos.

“Estoy muy feliz es un quinto lugar muy bueno para mí, es más de lo que esperaba, aunque no fueron mis mejores marcas, di todo de mí y me siento muy satisfecha por el resultado y por todo lo que significa estar aquí.

“Es muy emocionante estar ahí, sentía muchos nervios, pero se fueron al iniciar la competencia, espero volver a vivir esto y estar en otros Juegos Olímpicos si Dios quiere”, confió.

El rostro de la hermosillense de 22 años reflejaba una gran alegría, su sonrisa y ojos tenían una chispa de felicidad, mientras su mirada recorría a cada uno de los representantes de los medios de comunicación aún con voz emocionada.

“Fueron palabras muy bonitas, siempre lloro cuando recibo cosas de mi familia, los extraño mucho, me escribieron que siempre están conmigo, que tengo todo su apoyo y que están orgullosos de mí”, reveló con sonrisa apenada.

La sonorense, dijo, continuará con sus entrenamientos para mejorar sus marcas (101 kilos, en arranque, y 125 kilos, en envión), y ya tiene planeado competir en el Campeonato Mundial Universitario.