Las destacadas actuaciones de los deportistas mexicanos de capacidades diferentes se han visto reflejadas en eventos como los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, México terminó en el tercer lugar con 55 metales de oro, 58 plata y 45 de bronce.

Mientras, hace cuatro años, en los Juegos Paralímpicos Río 2016, la delegación mexicana cosechó quince preseas, cuatro doradas, dos plateadas y nueve de bronce, para ubicarse en el escalón 29 de entre 83 países que aparecieron en el medallero.

Una de las recientes ganadoras de metales en Lima 2019, Rebeca Valenzuela (1 septiembre 1992; Sonora) logró dos metales de oro en el lanzamiento de jabalina y bala en la categoría de Ciegos y Débiles Visuales, pero a pesar de ello, sabe que hace falta mucho apoyo por parte de las autoridades, sobre todo en la parte de infraestructura.

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La sonorense aclaró que, aunque los atletas nunca han sido abandonados en lo que respecta a lo económico o deportivo, sí hace falta espacios en los cuales realmente se piense en los deportistas y sus diferentes discapacidades, no solo agregar rampas de acceso para las sillas de rueda.

“Aquí (Hermosillo) no hay un lugar donde digas, ‘aquí entrenan las personas de silla’. Tengo un compañero que es amputado y no tiene piernas, entonces él tiene que brincar a los aparatos para poder hacer sus ejercicios, o bien, nosotros detenerlo con un cinturón y pasarle la barra, o sea, hacer ‘mexicanadas’, y apenas así puede hacer ejercicios para fortalecer.

“El CUM (Centro de Usos Múltiples) no está adaptado para una persona con discapacidad, no porque haya una rampa ya es inclusión”, opinó la dos veces paralímpica en Londres 2012 y Río 2016.

Unesco considera inclusión para deportistas adaptados

Aunque las situaciones que cuenta la lanzadora nacida en Hermosillo se centran en lo que pasa en la capital sonorense, no es ajeno a lo que sucede en otras partes del país, pues a pesar de los esfuerzos de instituciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de crear una cultura de la inclusión a personas con discapacidad, la realidad en México es distinta.

De acuerdo a la “Carta internacional de la educación física, la actividad física y el deporte” publicado por la Unesco, el Artículo 1 habla sobre “La práctica de la educación física, la actividad física y el deporte es un derecho fundamental para todos”.

Y agrega más sobre el tema en el Artículo 8, que afirma que debe “ser indispensable que la educación física, la actividad física y el deporte dispongan de espacios, instalaciones y equipos adecuados”.

“Se deben proporcionar y mantener espacios, instalaciones, equipos y opciones indumentarias adecuados y seguros para responder a las necesidades de los participantes en la educación física, la actividad física y el deporte, teniendo en cuenta las diferencias en lo que respecta al clima, la cultura, el sexo, la edad y la discapacidad”, cita el inciso 8.1.

Para Eliezer Gabriel Buenaventura (28 marzo 1998; Veracruz) las cosas son claras: Su discapacidad le da ventaja sobre la de otros deportistas. El oriundo de Acayucan tiene como su lugar de entrenamiento la ciudad de Boca del Río en el puerto de Veracruz y habla desde su situación en la cual él no ve una desventaja para entrenar y prepararse para las competencias.

Para el medallista de plata en Lima 2019 y oro en Toronto 2015 en lanzamiento de jabalina categoría F46 para amputados, para las personas en silla de ruedas sí es un poco más difícil adaptarse o integrarse a instalaciones en las cuales no están pensadas para ellos.

“Afortunadamente hace un par de años, en Boca del Río, hubo una competencia estatal rumbo a la paralimpiada nacional, así que para atletas que lanzan sentados, se instalaron los ganchos necesarios para sujetar al lanzador, y como ya quedó instalado, quedó adecuado para paralímpicos.

“En Veracruz hay pocas instalaciones, por ejemplo, las pistas de atletismo son muy pocas donde podemos entrenar, pero en donde yo entreno hay total acceso para personas con discapacidad, albercas, pistas, un domo y baños que están para ellos”, relató el lanzador juvenil vía telefónica.

El Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) ha comenzado el cambio, según la perspectiva de Eliezer, pero también comenta que para los deportistas que no tienen la fortuna de moverse desde sus habilidades motoras, se les proporcione la ayuda de un auxiliar que no solo sea el entrenador quien coopere en el desarrollo de entrenamiento diario.

“Son pocas las instalaciones que no han sido modificadas para los atletas, pero la labor de un auxiliar que ayude en el trabajo y desarrollo del atleta. Él se encargaría de todo lo que a lo mejor el entrenador no puede estar haciendo por el deportista. Yo creo que esa ayuda sería bastante importante para los compañeros en esta condición”, agregó.

Mucho por hacer en México

Hay deportistas que han estado en activo por 20 años viendo todos y cada uno de los obstáculos que han tenido que afrontar para poder consagrarse con metales en competencias intercontinentales y así poner la bandera de México en lo alto de un podio, y ese es el caso de Lucía Sosa Vázquez (12 septiembre 1978; Michoacán).

Los Juegos Parapanamericanos Mar de Plata 2003 y sus oros en los 400 y 800 metros planos de la categoría T52 (silla de ruedas con limitaciones en extremidades), así como su plata en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 respaldan a la originaria de Morelia para hablar de las condiciones con las cuales tiene que lidiar un atleta en silla de ruedas.

Hasta la actualidad, Sosa continúa sus entrenamientos en la ciudad donde nació, por lo cual ha visto como inmuebles deportivos tales como el Estadio Olímpico “Venustiano Carranza” y el complejo deportivo Bicentenario han salido a solucionar la necesidad de un lugar acondicionado para que personas como ella puedan entrenarse.

“Las dos instalaciones se supone que tienen rampas, de hecho, el segundo carril del ‘Venustiano’ tiene el logo de discapacitados para que ahí tuviéramos nuestro espacio. El Bicentenario también está completo, pero las otras que hay no están adaptadas, no hay rampas y hay muchos obstáculos para las personas con discapacidad”, declaró vía telefónica.

Tener aparatos de ejercitación para los deportistas con discapacidad es prácticamente algo imposible de imaginar, pues, así como lo cuenta Lucía Sosa, dependen de hacer sus propios aparatos y rutinas para fortalecer partes del cuerpo que necesitan ganar fuerza o masa muscular.

“Nosotros tenemos para cuestión de fuerza utilizamos un trineo, el cual tenemos que ir jalando, pero no podemos meterla en la pista (de tartán), así como también cuando queremos jalar una llanta para fuerza, lo tenemos que hacer por fuera”, explicó.

A comparación de países como Suiza o Francia en las cuales cuenta la velocista, las instalaciones que existen son pensadas para deportistas con discapacidad, en México hay mucho trabajo que hacer para llegar a ese nivel y espera que primero, desde la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid), se mejoren las condiciones en Michoacán.

“Hace falta que tengan un poquito más de concientización, empezando desde gestionar, quien está al frente del instituto del deporte, gestionar ante el gobierno del estado y meter esa concientización, y si no, hacer campañas para hacer ver que se necesita y que nos ayuden con lo necesario”, exhortó la experimentada deportista.

En México, según datos del Inegi, hasta 2010, las personas con alguna discapacidad suman 5 millones 739 mil 210, lo que representa la población total de los estados de Morelos, Hidalgo y Colima juntos, y aun cuando existen regulaciones como la Ley de Accesibilidad en ciudades como la CDMX.

Los cambios siguen siendo insuficientes para poder confirmar una inclusión, no solo a deportistas, sino a personas en general con alguna discapacidad.