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Gabriel Pereyra, el chico del debut soñado en River Plate; hoy, técnico histórico de Cimarrones

Entrevista: Primera de dos partes.

HERMOSILLO, Sonora (Heri Verduzco/BIP).- El 18 de agosto de 2020, Gabriel Ernesto Pereyra Vázquez debutó como director técnico de Cimarrones de Sonora, quince meses después, el argentino se convirtió en el estratega con más partidos en el banquillo de la escuadra sonorense en la historia.

Pereyra Vázquez llegó a 48 partidos como técnico de Cimarrones este miércoles 17 de noviembre, y como reconocimiento, previo al encuentro en que los “cornudos” perdieron 0-1 ante Correcaminos en el estadio “Héroe de Nacozari” de Hermosillo, la directiva del club le entregó una placa por el logro.

El ex jugador de River Plate se presentó como técnico de Cimarrones el 18 de agosto del año pasado, en el Estadio Akron, en un duelo en el que sus pupilos se llevaron el triunfo 2-0 sobre Tapatío.

Desde entonces, y hasta este miércoles 17 de noviembre, ya es el estratega con más duelos al frente de la escuadra sonorense en la historia, que abarca la etapa del Ascenso MX y actualmente Expansión MX.

En ambos circuitos, Cimarrones ha sido dirigido por dos técnicos extranjeros, el español Javier López, durante pocos partidos del Apertura 2015; y el argentino Gabriel Ernesto Pereyra Vázquez, quien llegaba con gran cartel como futbolista, como jugador de River Plate y Cruz Azul.

Como técnico, Pereyra Vázquez (46 años; Argentina) inició su recorrido en 2015, desde entonces ha transmitido sus conocimientos adquiridos a partir de su infancia, su desarrollo como futbolista en uno de los más grandes clubes del mundo, River Plate, y su paso por selecciones argentinas de categorías menores.

De los potreros a River Plate

Pereyra Vázquez, en entrevista concedida a GRADA NORTE en octubre pasado, platicó que nació el 28 de febrero de 1975 en Argentina, en una comuna de Santa Fe, en el departamento de San Martín llamada Carlos Pellegrini, con apenas 5 mil habitantes el “Gaby”, como era conocido, soñaba con formar parte en el club de sus amores, el River Plate.

Empezó su carrera futbolística desde pequeño, recuerda con una sonrisa y con ojos llenos de nostalgia aquellos años en su pueblo natal, “lo primero que se me viene a la mente es que hay mucha seguridad en Carlos Pellegrini, nos la pasábamos todo el día jugando al futbol, en el potrero o en el club.

“Desde chiquito jugaba, era lo que más me divertía, desde los tres años ya estaba en el San Martín de Carlos Pellegrini y como no había chicos de mi edad, comencé a jugar con categorías más grandes de cinco y seis años. Ahí estuve hasta los diez años en la Liga Zonal contra equipos de pueblos aledaños hasta que fui a River Plate”, relató.

En ocasiones el destino tiene preparadas sorpresas inesperadas y su llegada al Millonario se dio gracias a un viaje familiar para visitar el Estadio Monumental, el que sin imaginarlo sería su casa en los siguientes años.

“La llegada se da por casualidad, si bien con mi papá somos hinchas de River y fuimos a conocer el estadio, ahí adentro había un grupo de chicos jugando y pregunté si podía jugar porque mi papá quería sacar una foto jugando en la cancha.

“Cuando me dijeron que sí, detectaron que jugaba bien y querían probarme con jugadores de la categoría, es donde vinieron Don Adolfo Pedernera, un recordado histórico del club, y Gabriel Rodríguez el actual Director Deportivo del Club”, explicó.

Viajes semanales de 500 kilómetros

Continuó su relato con el mismo nerviosismo como aquel día de visorias, pensando cada detalle del momento que cumplió su sueño, “me probé al siguiente día y fue algo muy lindo, porque para probarte en River tienes que esperar más de un año, ahí ya entrené con los chicos que están registrados”, expresó.

La imaginación previa a un acontecimiento importante siempre marca el rumbo en el desarrollo de la actividad, así como lo narra Pereyra Vázquez, “fue muy lindo porque una noche previa no pude dormir de los nervios, me levanté muy temprano y desayuné un plato de fideos para tomar fuerza.

“Ya a los 15 minutos veo que mi papá se va con un señor a las oficinas y yo seguía jugando, ese día no me fue nada bien, me puse muy nervioso, tenía ganas de vomitar, no me daban la pelota mis compañeros y me acerqué al entrenador para decirle que me dejara seguir jugando porque podía hacerlo mejor”, exclamó.

La calma llegó con la confirmación de su futuro técnico, “me dice que el señor con el que se fue tu papá es el delegado del club y ya fueron a llenar tu ficha porque ya eres jugador de River. Fue un sueño para mí, ser parte de un club tan grande al cual éramos hinchas, era lo máximo de felicidad que podría tener a esa edad”, manifestó.

Pero el verdadero camino apenas iniciaba y durante los próximos cuatro años viajó 500 kilómetros desde Carlos Pellegrini hasta Buenos Aires, cada viernes con la misma ilusión llegaba en la madrugada, jugaba sábado y domingo y retornaba para el lunes ir a la escuela y cumplir su deber estudiantil.

Sus habilidades dentro del campo trajeron con ello quedarse en el equipo, lo cuenta con orgullo, “cuando cumplí 15 años es cuando decide el club que me tengo que quedar a vivir allá para entrenar diariamente con los compañeros, ya estaba registrado ante AFA en la Novena División y me quedé a vivir en la pensión del club”, expuso.

Presentación con River Plate a los 17 años

El día más especial de su vida llegó el 27 de septiembre de 1997, aquella noche en el Monumental marcó su vida para siempre. “Debuté a los 17 años en River, fue algo muy ansiado y soñado, por lo que luché por mucho tiempo, al igual que mi familia que hizo un esfuerzo tremendo, incluso el pueblo también colaboró.

“Cuando me suben a Sexta (División) ya fui a hacer pretemporada con el primer equipo y fue algo muy lindo, además estaba en la Selección Argentina Sub-18, con miras a la Sub-20”, mencionó.

Considerado por el timonel Ramón “Pelado” Díaz dentro de los once titulares, cuenta cómo fue saltar al rectángulo verde con la “8” del Millonario.

“Mi debut fue lindo y contra el Feyenoord de Holanda, había muchísima gente y contra jugadores como Ronald Koeman”, mencionó.

El apoyo de Francescoli, Astrada y Burgos

Echa una pequeña mirada al pasado, piensa en la noche anterior al gran día y con una felicidad genuina narra lo que vivió y el sentirse arropado por sus compañeros, un factor que se convirtió en un parteaguas para tener un mejor rendimiento en el campo.

“La vez que me dijeron que iba a jugar de titular no pude dormir prácticamente nada, pensaba y pensaba lo que iba a hacer, imaginaba todas las jugadas, si me pasaba una cosa u otra. Traté de disfrutarlo y comenzar bien, recuerdo que dije que la primera pelota que agarre haré un caño a quien sea.

“Estaba muy nervioso, pero gracias a gente de jerarquía que se acercaron a hablarme como (Enzo) Francescoli, (Leonardo) Astrada, (Germán) ‘Mono’ Burgos, siempre estuvieron muy al pendiente de mí para que jugara bien, que me fuera lo mejor posible, que ellos eran los que cargaban con la responsabilidad y yo tenía que disfrutar el juego”, reconoció.

Como si hubiese sido ayer, describe cómo fue su primera anotación con la máxima categoría de River, “afortunadamente me queda un rebote y hago el gol, después de ahí pude disfrutar más el partido, me sentí con mucha confianza y atrevido, fue el debut soñado, contra un equipo internacional y en la cancha de River, fue muy lindo”, enfatizó.

Como curiosidad, Pereyra tiene como tuit fijado en su cuenta en Twitter el video precisamente de su debut con River Plate, con un texto que dice: “Mi primer partido, se cumplía el sueño de toda mi vida. El mejor momento por el cual había esperado toda mi infancia”.

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