HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/GRADA NORTE).- El Salón de la Fama del Deportista Sonorense ha abierto sus puertas una vez más a las leyendas del deporte amateur, y, por primera vez, a las grandes figuras del profesionalismo, con la entronización del legendario beisbolista Fernando Valenzuela.

Este jueves la Arena Sonora fue el escenario de una jornada histórica para el nicho de los inmortales, al aceptar por primera ocasión la inclusión de los deportistas profesionales, categoría en la que el primer en ingresar fue el legendario pitcher mexicano, fallecido el pasado 22 de octubre a los 63 años de edad.

En la misma memorable jornada también se entregaron las placas de los nuevos miembros del Salón de la Fama del Deportista Sonorense, lista que fue encabezada por Ester Rivera, medallista mexicana en los Juegos Paralímpicos Atenas 2004, y el legendario entrenador de atletismo Juan Manuel Campos.

Durante la ceremonia de entronización, en la que también se distinguieron a los ganadores del Premio Estatal del Deporte Sonora 2024, se entregaron las placas a los ocho nuevos integrantes del recinto de los inmortales del deporte sonorense Clase 2024.

Inmortalizan a figuras del deporte de antaño

En la categoría amateur fueron distinguidos Esther Rivera, Juan Manuel Campos, Bárbara Ruiz (atletismo); Arturo de la Mora (beisbol y softbol); Abraham Aguayo (entrenador de softbol); y los cronistas deportivos Guillermo Urías y Gilberto Ruiz.

Luego que se mencionaron a cada uno de los siete deportistas amateurs, sin que nadie lo esperara, se recordó a Fernando Valenzuela mediante un video que fue proyectado en las pantallas de la Arena Sonora, para enseguida anunciar, entre aplausos, que el “Toro” se convertía en el primero deportista profesional en entrar al nicho.

Sin que los asistentes dejaran de aplaudir, se develó un cuadro con una ilustración suya y con una pequeña placa con la leyenda “Fernando ‘Toro’ Valenzuela, ídolo y leyenda del deporte mexicano, 1960-2024, Salón de la Fama del Deportista Sonorense Clase 2024”.

Concluido el acto, los nuevos inmortales se retrataban entre sí, acompañados con sus familias y amigos, y en muchos casos, a un costado de la imagen de Fernando Valenzuela.