HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/BIP).- La emoción aún se reflejaba en el rostro de Rebeca Valenzuela al volver a Hermosillo con su medalla paralímpica colgando de su cuello, al ser recibida emotivamente por familiares y amigos en el aeropuerto internacional de la capital sonorense.

La medallista mexicana arribó a Sonora junto con su entrenador, Raidel Lázaro Mantillas, y su fisiatra, Edgardo Ballestero, quienes también recibieron una emotiva bienvenida de parte de sus allegados.

Valenzuela Álvarez (29 años; Hermosillo) regresó a su ciudad natal este lunes por la noche, luego de participar en la cita paralímpica, en la que subió al podio para recibir la medalla de bronce en lanzamiento de bala categoría F12.

En Tokio 20202, la sonorense lanzó 13.72 metros, registro con el que estableció nuevo récord continental, el pasado jueves 2 de septiembre, en el Estadio Olímpico de la capital japonesa.

“Me siento muy contenta y agradecida, ya quería volver, me eché un mes fuera de casa y me urgía estar aquí con mi gente, la verdad”, dijo visiblemente emocionada minutos después de arribar a Hermosillo

La sonorense, que participó en sus terceros Juegos Paralímpicos, luego de debutar en Londres 2012 y conquistar metal de bronce en Río 2016, también en lanzamiento de bala, dijo que la medalla conseguida en Tokio 2020 tuvo un sabor diferente.

“Estuvimos 17 meses fuera de competencias, fue un reto muy grande. No fueron cuatro años, fueron cinco (entre Río 2016 y Tokio 2020, celebrado este 2021), veníamos sin expectativas, con los ojos cerrados, porque muchas de las competidoras no habían tenido registros desde 2019 (por suspensión de eventos a causa de la pandemia).

“Eso nos tenía incertidumbre, gracias a Dios sacamos la competencia, fue emocionante, porque hasta las condiciones climáticas (lluvia) no dejaban que uno llegar a su máxima capacidad, pero en el cuarto lanzamiento se logró esa marca (13.72) que se convirtió en marca continental, estoy muy contenta”, agregó.

Emoción indescriptible

Durante la competencia, platicó, tenía gran rivalidad con la rusa Nadezhda Burkova, que finalizó en cuarto puesto con 13.08 metros, en la lucha por la medalla de bronce, en la prueba en la que se complicó su desarrollo por la fuerte lluvia.

“Estaba concentrada en lanzar más, no pensaba en récords, pero en el cuarto lanzamiento sentí que salió muy bien y al ver la marca me sentí con más seguridad en el control del círculo en los siguientes lanzamientos.

“Hasta yo estaba sorprendida, fue una proeza para mí emocionalmente, con el estadio sin público quería buscar a mi ‘profe’ (el entrenador Raidel Lázaro Mantillas) y a Edgardo Ballestero (fisiatra) para celebrar, estar en el podio.

“Es una emoción que asfixia, estaba parada ahí no sabía si reír, llorar, era una gran adrenalina, lo disfruté mucho, lo recuerdo y todavía me emociona mucho”, reconoció.

Después de su participación en los Juegos Paralímpicos, Valenzuela Álvarez tomará unos días de descanso y volverá a los entrenamientos, para encarar el Campeonato Mundial de Para-atletismo en 2022, los Juegos Para-panamericanos en 2023 y los Juegos Paralímpicos París 2024.