El histórico 261 de Boston…
Kathrine, sin intención, o quizá con un poquito, burló a los organizadores al inscribirse con sólo sus iniciales por lo que nadie se percató de que se trataba de una mujer, la primera, la única entre todos los corredores que aquel 19 de abril de 1967 tomaron la salida del Maratón de Boston, el más antiguo de todos, en su edición número setenta.
En aquella ocasión Switzer terminó, no sin antes pasar por un incómodo y desagradable momento con el organizador, Jock Semple, quien la empujó para sacarla de “su carrera”, pero su novio y su entrenador, lo impidieron, y 4 horas, 20 minutos más tarde logró cruzar la meta. Ese momento no solo cambió su vida, sino que impactaría en la vida de miles, millones de mujeres que conquistaron la calle para correr.
El pretexto para recordar ese importante pasaje en la historia del deporte femenino, del olímpico, es Daniela Torres Huerta, la mexicana que más recientemente quedó preclasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio con 2:28.55 horas, en Italia, el pasado 11 de abril, y con ella son ya tres las que esperan cubrir el maratón en Sapporo el próximo 7 de agosto, las otras dos son Andrea Ramírez y Úrsula Sánchez.
Cuando Kathrine se preparaba en el equipo varonil de atletismo, cuenta en su libro “Marathon Woman”, en la Universidad de Syracuse, en Nueva York, “todos en el campus comenzaron a chismear sobre eso. A algunos les gustó la idea y admiraban mi decisión, otros murmuraban con sorna que correr una milla era peligroso y que me convertiría en hombre (o peor, ¡en lesbiana!).
Leer eso hoy provoca entre risa e indignación, porque lo que realmente se experimenta es una enorme sensación de satisfacción, al menos eso sentí yo las tres ocasiones que concluí el Medio Maratón del Día del Padre, la mitad de la distancia, porque para el maratón completo, en alto rendimiento, el esfuerzo es increíble, la disciplina obligatoria y un enorme convencimiento personal de que realmente eso es lo que se quieres hacer: Correr un maratón al más alto nivel.
Escuchar hablar a Daniela es refrescante, es una joven, queretana por cierto, que como Kathrine quiso convencerse ella misma, pero a quien el ojo experto de su entrenador, Enrique Hernández, ya le había visto todas las posibilidades de conseguir la marca olímpica, así que solo faltaba que Daniela misma se lo creyera, lo que, cuenta, no fue nada, pero nada fácil.
Switzer corría una milla cada día, se preparó para terminar, no buscaba ninguna marca porque el debut de las mujeres en un maratón olímpico ocurriría, y mucho gracias a ella, 17 años más tarde en Los Ángeles 1984, pero Daniela si, así que necesitaba tomar una decisión y cambiar su vida para pasar de los 5 y los 10 kilómetros a distancias más exigentes.
Su primer 21k lo corrió en octubre del 2020 en Gdynia, Polonia, en el Mundial de Medio Maratón, donde el equipo femenil mexicano fue el quinto mejor, fueron las tres preseleccionadas olímpicas, más la experimentada Brenda Flores, así que el avance de Daniela en tiempos y distancias ha sido impresionante.
Aunque su debut en maratón no pudo ser menos amable, el terreno donde se corrió el Tuscany Camp de Siena-Ampugnano, en la zona del Aeropuerto de la ciudad italiana, delimitó un circuito de cinco kilómetros, es decir, más de ocho vueltas para completar la distancia en terreno irregular, con lluvia y frío que tomaron por sorpresa a Daniela, pero no lo suficiente para no lograr el objetivo.
Daniela dudó más de una vez en cambiar toda su vida, dejar su trabajo, cambiar sus hábitos, asumir el compromiso de la fuerte disciplina para ver si realmente lo podía lograr, y no solamente lo consiguió sino que su entrenador está convencido de que puede bajar dos minutos a su tiempo y correr sobre 2.26. Hoy ella es, en el ranking de esta temporada de World Athetics, la mejor mexicana y segunda mejor latinoamericana detrás de la ecuatoriana Rosalba Chacha a quien, curiosamente, también entrena un mexicano, Rafael Martínez, y quien también calificó a Tokio, serán sus terceros Juegos Olímpicos.
En este momento, primeras horas del 14 de abril, ya faltan 99 días para Tokio, el tiempo apremia, Enrique y Daniela trabajan como si fueran oficialmente seleccionados porque la fecha límite para dar la marca es el 31 de mayo.
Ya falta poco y Enrique Hernández tiene que trabajar, no solo con Daniela, sino con el equipo completo varonil, Juan Joel Pacheco, José Luis Santana y José Juan Esparza, lo que hace a este entrenador el primero en clasificar a cuatro maratonistas, lo que no solo ha conseguido por la dedicación de cada uno de los fondistas, sino también, gracias al patrocinio de una empresa que creyó en él, que lo retó y sin cuyo apoyo tal vez no estaríamos celebrando esto.
La imagen de Daniela cruzando la meta, llorando de emoción, abrazada con Enrique, con los anteojos que a ella le gustan, ya la vimos todos, ahora todos deseamos ver a esos mexicanos continuar cambiando la historia de los fondistas mexicanos y los veremos en Tokio.
Kathrine cambió su vida, Daniela también, muchas mujeres lo hicieron, muchos hombres también, miles lo siguen haciendo…
Emil Zatopek, tres veces campeón olímpico, tremendo corredor que cambió los entrenamientos de fondo dijo: “Si quieres correr, corre una milla, si quieres experimentar otra vida, corre un maratón”.
Betty Vázquez es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, con experiencia en Periodismo Deportivo por más de 20 años y coberturas en Juegos Olímpicos, Paralímpicos, Mundiales, Panamericanos y Centroamericanos.