El cine en el podio de los Juegos Olímpicos
Por medio de diferentes tramas, principalmente basadas en hechos históricos y “biopics” de deportistas de diferentes disciplinas, o bien, a través del género documental, desde las primeras ediciones de los Juegos Olímpicos, el cine ha capturado las grandes gestas y ha retratado a muchas de sus grandes figuras.
En los años treinta, la cineasta alemana Leni Riefenstahl fue pionera en documentar los Juegos Olímpicos con un par de películas que plasmaron los momentos más simbólicos de la cita olímpica de Berlín 1936.
Riefenstahl dirigió los documentales “Olimpia, festival de las naciones” y “Olimpia, festival de la belleza”, con innovadoras técnicas de filmación y edición, y una fotografía poderosa, recursos que con los años fueron retomados en otras producciones cinematográficas o en las mismas transmisiones de televisión.
Otra película documental de gran calidad fue “Olimpiada en México”, dirigida por Alberto Isaac, que fue filmada durante los Juegos Olímpicos México ’68 y que incluso fue nominada al Oscar en la ceremonia de 1970.
“Carros de fuego”, película británica de 1981, revolucionó el cine deportivo, al retomar historias reales adaptadas con emocionantes escenas, música muy emotiva y tomas llenas de acción.
Esta producción llegó en un momento políticamente incómodo en 1981, apenas un año antes Estados Unidos y sus aliados de la OTAN habían boicoteado los Juegos Olímpicos Moscú 1980, en medio de una guerra fría que tenía al mundo dividido.
Sin embargo, “Carros de Fuego”, ganadora de cuatro premios Oscar, plasmó en el celuloide una historia verídica en la que dos amigos británicos, uno cristiano y el otro judío, competían deportivamente por la gloria olímpica en París 1924, en una Europa que curaba sus heridas de la Primera Guerra Mundial.
Competencias en la nieve
Los Juegos Olímpicos de Invierno Calgary 1988 dejaron también un par de historias que llamaron poderosamente la atención y que fueron retomadas para ser contadas de una manera agradable y bastante simpática.
La primera de ellas fue “Eddie the Eagle”, sobre primer deportista británico en participar en la especialidad de salto con esquí; y “Jamaica bajo cero”, sobre el equipo jamaicano, que al no poder calificar a los juegos veraniegos en atletismo decidió prepararse para participar en bobsled en el gélido Canadá.
La cinta “I, Tonya” está basada en la rivalidad de las máximas figuras del patinaje artístico de Estados Unidos de los años noventa, una historia verídica que en su momento atrapó la atención de la prensa estadounidense.
En esta cinta de 2017, el director Craig Gillespie retoma la enorme rivalidad deportiva que existía entre las máximas figuras del patinaje artístico estadounidense, que se convirtió en una animadversión personal, luego de la agresión que sufrió Nancy Kerrigan por parte del equipo de Tonya Harding.
Historias crudas
Con actuaciones impactantes, “Foxcatcher” relata la historia del equipo de lucha estadounidense que era patrocinado por un excéntrico millonario obsesionado con una medalla olímpica, que, entre su enfermizo deseo, crea un ambiente tóxico y autodestructivo.
La historia de Jesse Owens también llegó al cine a través de la película “Race”, situada en los Juegos Olímpicos Berlín 1936, donde el atleta estadounidense conquistó oros en la misma Alemania Nazi.
Una conmovedora y, quizá estresante historia, es la de Margarita Mamun, ganadora del oro en gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos Río 2016, un evento que casi quiebra la fortaleza mental de la rusa, como queda evidenciado en el documental “Over the limit”.