Columna

El camino de un caballero

 

Para ganarse su investidura, un Caballero tenía que cumplir con una serie de condiciones y una difícil formación para poder ser un jinete armado con maestría en su oficio; y ése es el camino que el llamado “Káiser Mexicano” tuvo que recorrer para ser considerado por muchos como el mejor jugador azteca en la historia del futbol.

 

Para que un hombre se convierta en Caballero, éste tiene que dejar su hogar a la edad de entre los 10 a 12 años y trasladarse a las tierras del superior feudal para seguir con su adiestramiento y convertirse en Paje; “Rafa” Márquez lo hizo a la edad de los 13 años, al dejar su natal Zamora, Michoacán, para integrarse a las Fuerzas Básicas de los Rojinegros del Atlas.

 

Con el paso de los años, el Paje se convierte en Escudero, que si bien no gana su lugar como Caballero, ya se presenta en batallas donde muestra su capacidad para destacar; las primeras pruebas para Rafael Márquez las vivió en su amado Atlas, donde a dos años de su debut, llegó a ser una pieza clave para que los Zorros disputaran una final contra Toluca, misma que se decantó para los Diablos en una apasionante tanda de penales.

 

Como “Escudero”, Rafael Márquez brilló y cautivó a propios y extraños en México, hasta ganarse un lugar en el Viejo Continente en busca de su promoción a Caballero; fueron las tierras francesas que acogieron al michoacano que volvió a dar muestras de su calidad ganando una Liga y una Copa con el Mónaco, además de ser reconocido como el defensa central ideal de la Liga Francesa en la temporada 1999-2000.

 

Finalmente, Rafa dejó de ser un Escudero al ganarse su promoción y ser investido como un Caballero en el 2003, al fichar por el Barcelona, donde conquistó todo lo que quiso: Cuatro Ligas de España, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, dos Champions League, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.

 

Como Caballero, “El Káiser Mexicano” disputó muchas batallas comandando la Selección Mexicana (con la que debutó apenas con 17 años de edad), que si bien en muchas no salió bien librado, sí dejó muestra de ser un líder y referente en sus 141 partidos como internacional, disputando hasta ahora los Mundiales de Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, además de jugar en seis Copas América; tres Copas Confederaciones y cuatro Copas Oro.

 

Su paso por Estados Unidos dejó más pena que gloria con el Red Bulls de Nueva York, sin embargo, cuando parecía que las batallas se acabarían, DON Rafael Márquez encontró su segundo aire con el León a quien comandó para ganar sus dos títulos en la Liga Mexicana, y que le ganaron volver a Europa con el Hellas Verona, de Italia, donde pasó sin pena ni gloria y eligió volver a casa, con su amado Atlas, equipo con el que busca ganarse un puesto para disputar su quinto mundial.

 

El pasado viernes, Rafael Márquez Álvarez se despidió del Estadio Jalisco ganándole al acérrimo rival, y le dijo finalmente adiós a una casa que lo vio convertirse de Paje a Escudero y que hoy ve cómo se convierte de Caballero a Leyenda.

 

*Disfruto los deportes, pero más aquel donde se patea un balón y lo demás es felicidad pura.

 

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