Dopaje en JJOO, un golpe al juego limpio
El uso de sustancias prohibidas es una lucha que han emprendido el Comité Olímpico Internacional y la WADA (Agencia Mundial Anti Dopaje, por sus siglas en inglés), y que cada año se intensifica con mecanismos y tecnología de detección cada vez más precisos de varios cientos de sustancias prohibidas.
El organismo almacena muestras durante diez años para poder volver a analizarlas a medida que mejora la tecnología para detectar nuevas sustancias, lo que ha provocado que años después de su participación algunos deportistas sean sancionados o, en su caso, pierdan sus medallas
A su vez, esto ha hecho justicia a otros deportistas que “jugaron limpio” para mejorar sus actuaciones, como lo fue con las medallistas mexicanas en halterofilia Damaris Aguirre y Luz Mercedes Acosta, a quienes se les entregaron sus medallas años después de sus participaciones olímpicas.
Desde México 1968 se habían detectado 83 casos de dopaje durante los días de competencia de las once ediciones de Juegos Olímpicos celebrados desde entonces.
Otras ocasiones, varios casos de uso de sustancias prohibidas se dieron a conocer previo a la cita olímpica en turno, y algunas veces, tiempo después de determinadas citas olímpicas se encontraron análisis positivos, como el caso de la atleta estadounidense Marion Jones, medallista en Sydney 2000, pero que en 2007 le fueron retirados su metales áureos.
En México 68 detectan primer caso
El primer caso de dopaje se registró en los Juegos Olímpicos México ’68, cuando al pentatleta sueco Hans-Gunnar Liljenwall se le encontraron restos de alcohol, pero en los años siguientes las sustancias eran mucho más difíciles de encontrar.
Así aparecieron en la lista sustancias como cafeína, efedrina, coramina, esteroides anabólicos, anfetaminas, nandrolona y una serie de químicos utilizados para mejorar el rendimiento de los deportistas durante su competencia.
El caso más significativo sin duda es el del velocista canadiense Ben Johnson, quien en la final de los 100 metros se adueñó del metal dorado al cruzar la meta en 9.79 segundos el 24 de septiembre de 1988, pocos días después devolvió su medalla de oro y abandonó Seúl al comprobarse el uso de estanozolol.
Lamentablemente, por un error administrativo, la gimnasta rumana Andreea Raducan no pudo consagrarse como la reina de los Juegos Olímpicos Sydney 2000 al serle retirada una medalla de oro justo el día que cumplía 17 años (30 de septiembre).
El médico del equipo rumano de gimnasia no reportó el uso de un medicamento que contenía pseudoefedrina para tratar las molestias ocasionadas por una gripa y el error costó caro, porque Raducan fue despojada de su metal.
En la más reciente cita olímpica, en Río 2016, se realizaron cuatro mil controles antidopaje desde el 24 de julio, una semana antes del inicio de los Juegos, y entre los deportistas sorprendidos por uso de sustancias prohibidas, estaban la nadadora china Xinyi Chen; la atleta búlgara Silvia Danekova; y el ciclista de ruta brasileño Kleber Da Silva Ramos.
También dieron positivo los halterófilos Antonis Martasides, de Chipre; los polacos Tomasz y Adrian Zielinski; la taiwanesa Lin Tzu-chi, el kirguís Izzat Artykov; el mongol Chagnaadorj Usukhbayar; e Izzat Artykov de Kirguistán, a quien se le retiró la medalla de bronce.
Caballos con sustancias prohibidas
Las pruebas de ecuestre de Juegos Olímpicos también han resultado manchadas por el uso de sustancias prohibidas, pero en los cuatro casos registrados no aparecen los nombres de los jinetes, sino de los caballos que participaron en las competencias olímpicas.
Durante la celebración de los Juegos Olímpicos Atenas 2004 se aplicaron pruebas antidoping a los caballos que tomaron parte en las pruebas de salto, cuyos resultados arrojaron el uso de sustancias prohibidas en los equinos Waterford Crystal (de la República de Irlanda) y Goldfever (de Alemania).
También fueron dieron positivos el caballo Ringwood Cockatoo, de la alemana Bettina Hoy, con difenhidramina; y Foxxy, del jinete austriaco Harald Riedl.
Waterford Crystal, montado por Cian O’Connor en la prueba de salto individual, fue marginado de la competencia y se le retiró la medalla de oro por encontrársele restos de fluphenazine y zuclophenthixol.
A Goldfever los exámenes detectaron betametasona, sustancia que según el jinete alemán Ludger Beerbaum llegó al organismo del caballo por un tratamiento médico, finalmente les fue retirada la medalla de oro en salto por equipos.
DISCIPLINAS CON MÁS CASOS DE DOPAJE
Halterofilia | 34 |
Atletismo | 20 |
Lucha | 6 |
NACIONES CON MÁS CASOS DE DOPAJE
Bulgaria | 10 |
Hungría | 5 |
Estados Unidos | 5 |