Columna

Dodgers vs Rays WS2020: Reclaman título con sangre ‘azul’ mexicana

Arturo Llanes Reyes / Twitter: @arturollanes

El pundonor y coraje, no de uno, sino de dos peloteros mexicanos salió a relucir para borrar del libro histórico de los Dodgers una espantosa sequia de 32 años sin conquistar un campeonato de Serie Mundial.

Víctor González y Julio Urías tuvieron relevos impecables en el sexto y último juego del Clásico de Otoño 2020 para hacer un tremendo dueto: el primero se llevó la victoria y el segundo logró el salvamento. Algo inédito para nuestro país en el beisbol de las Grandes Ligas.

Entre los dos dejaron fuera “en fila india” a los 11 bateadores que enfrentaron; el nayarita tiró 1.1 de innings y el sinaloense lanzó 2.1 entradas.

González es el cuarto lanzador mexicano en apuntarse un triunfo de Serie Mundial uniéndose a Fernando Valenzuela (Dodgers 1981), Aurelio López (Tigres 1984) y José Urquidy (Astros 2019) y además es el segundo que lo obtiene en un juego que definió al campeón pues el “Buitre de Tecamachalco” se acreditó su triunfo cuando Detroit alzó el cetro ante los Padres de San Diego hace 36 años.

Además, Urías ahora comparte la estadística con Roberto Osuna como los únicos aztecas con juegos salvados en Serie Mundial, después de retirar a los últimos siete bateadores de los Rays incluyendo tres por la vía ponches. Dos de ellos fueron los outs 26 y 27, tras pasar por la piedra al emergente Michael Brosseau y a Willy Adames (en tres pichadas y sin tirarle).

Con los anillos de campeones mundiales que pronto lucirán en sus dedos Urías y González, el número de mexicanos monarcas en la MLB subió a 12, y por segunda vez en la historia hay dos en un mismo equipo emulando a Jaime García y Fernando Salas quienes celebraron la corona en el 2011 siendo parte de los Cardenales de San Luis.

González entró en un momento crítico en el quinto cuando Tampa Bay estaba arriba 1-0 en el marcador, gracias al tempranero cuadrangular de Randy Arozarena en el primer rollo, y con el mismo cubano en la primera base anclado por un sencillo, pero salió del atolladero tras dominar en rodado a segunda a Austin Meadows.

Y en la sexta corroboró su calidad pues consiguió el “scon” de ponchados luego de recetarle chocolates a Manuel Margot, Joey Wendle y al peligroso Brandon Lowe; en la parte baja los Dodgers le dieron la vuelta al marcador (2-1) por lo cual González desde ese momento aspiraba a ser el pitcher ganador algo que terminó por cumplirse.

Posteriormente, la justicia divina puso en su lugar a Julio Urías, quien en el juego cuatro se quedó a un out de ser candidato al triunfo, y aunque los Dodgers perdieron ese encuentro con un espectacular regreso de Tampa Bay, la crítica degolló a Dave Roberts.

Por eso, cuando el sinaloense entró al relevo en el séptimo con dos outs y un corredor en los senderos, la situación estaba llena de presión, pero el joven zurdo parecía de hielo y dejó con la carabina al hombro al emergente Yandier Díaz para culminar la entrada.

Y así se fue de frente tras despachar el octavo y el noveno en 1-2-3 y guiar a los Dodgers a su primer título desde 1988.

Fallo “sabermétrico”

Si en nuestro análisis del juego 4 cuatro tundimos a Dave Roberts y lo autonombramos como un “Frankenstein” sin pensamiento propio, por no decir una marioneta, ahora el flechazo recayó en el piloto de los Rays, Kevin Cash.

Pero en realidad la crítica es para la famosa sabermetría que de nuevo fracasó rotundamente y vaya de qué manera: les costó perder el sexto duelo de la Serie Mundial a los Rays y la oportunidad de alargarla a un séptimo.

Esta vez la víctima fue el zurdo abridor de las Mantarrayas, Blake Snell, quien de nuevo maniató a los Dodgers sin piedad: en las primeras cinco entradas los relegó a un sólo imparable –de Chris Taylor- y les metió nueve ponches.

He aquí el dilema.

En el sexto Snell obligó a A.J. Pollock a elevar a la segunda base, pero luego Austin Barnes sonó sencillo al centro, y cuando venía a batear Mookie Betts, a quien lo había ponchado en dos ocasiones ¡Lo manda sacar Cash!  Lo que a final de cuentas pagó caro.

Nick Anderson, un pitcher que había fallado en toda la postemporada – y para acabarla terminó siendo el perdedor de este martes- entró a tratar de apagar el ataque, y lo recibió Betts con silbante cañonazo por la línea del jardín izquierdo para un doblete colocando corredores en segunda y tercera.

Luego Anderson tiró un wild pitch para que anotara Barnes la del empate y posteriormente Corey Seager conectó un batazo saltarín a la inicial dejándose venir al plato Betts quien se barrió en la goma para llegar quieto en una estampa beisbolera llena de garra tras superar el tiro del coreano Ji-Man Choi. Una calca de lo que realizó en el primer juego cuando también anotó desde la antesala en un roletazo a primera de Max Muncy.

Fue el principio del fin para los Rays que ya perdían 2-1 después del cambio de Snell.

En la octava el mismo Betts remachó la victoria con cuadrangular –su segundo de la WS2020- solitario en la octava que dejó el score final de 3-1.

Como le pasó a Roberts, los ataques contra Cash fueron duros y a la cabeza.

De hecho el comentarista de FOX Sports y ex segunda base estelar de los Marineros de Seattle, Harold Reynolds, hizo pedazos al dirigente de los Rays e incluso mencionó una analogía muy “ad hoc”… ¿“Sacarías a Tom Brady después de lanzar varios touchdowns… es ridículo”?.

Por si fuera poco el mismo Mookie Betts, cuando Reynolds le preguntó que había pensado después de la salida de Snell, a quien no le pudo pegar de hit en toda la Serie Mundial (de 4-0 con tres ponches y un pasaporte), contestó: “Gracias”.

El ex tercera base y líder de los Bravos de Atlanta, Chipper Jones, miembro del Salón de la Fama, publicó en su Twitter sobre el cambio de Snell: “El muchacho tiene 9 ponches y una blanqueada de un hit con 75 pichadas… ¿y lo sacas? Despídanme monto mi caballo… Ahora Dodgers arriba 2-1”.

Algo parecido escribió Frank Thomas en esa red social: “¡Otro colapso analítico!… Desastre total para Tampa. Blake Snell era tu única oportunidad de ganar un partido apretado esta noche. 73 lanzamientos ¿me estás tomando el pelo?”, comentó el también inmortal de Cooperstown y hoy comentarista y analista.

Mientras tanto, Alex Rodríguez, el ex cañonero de los Yanquis de Nueva York y también colaborador en FOX Sports redactó: “Los managers de hoy buscan razones para eliminar a un lanzador más que razones para mantenerlo”.

¿Será el principio del fin para el sistema de la sabermetría? Se antoja difícil pero quizá los equipos opten por no confiar ciegamente en los números sino irse también en el instinto, el factor humano, es decir en el coraje del pelotero.

El fantasma virulento

Lo que parecía un movimiento defensivo de Dave Roberts, tras retirar a Justin Turner en la octava entrada, terminó siendo una inesperada y mala noticia.

Si porque luego de que Kike Hernández tomó su lugar en el line up, cubriendo la segunda base, mientras que el boricua Edwin Ríos entró a la tercera, quedándose como séptimo en el orden, no había nada preocupante.

Pero la realidad era otra.

No fue sino hasta el final del encuentro cuando los Dodgers anunciaron que el “Barba Roja” tuvo que salir del partido tras llegar el test positivo a Covid-19, ante la incredulidad de propios y extraños. El mismo comisionado Rob Manfred lo oficializó momentos después de la ceremonia de premiación en el Global Life Field de Arlington, Texas.

Esperemos que no vaya a presentarse algún brote entre los jugadores de los Dodgers, el cuerpo técnico, o en la novena de los Rays. Incluso el riesgo es para todos los involucrados de alguna manera, hasta los aficionados, rogamos porque no pase a mayores.

Esto viene a presentarse en el último día de la temporada, y justo cuando el lunes hacía un recuento de que al estar pendiente de cada jugada de la Serie Mundial, muchos olvidamos lo atípico de la temporada recortada a una tercera parte por la situación del coronavirus.

Hubo una tremenda expectación de meses que acabó hasta el arranque de la mini temporada de 60 juegos, y aunque se presentaron casos como el de los Marlins y Cardenales, y otros más aislados, la situación terminó controlándose.

El lunes pasado, día de descanso en la Serie Mundial, me tocó platicar con Óscar “Buqui” Soria, cronista en radio en español de los Diamondbacks de Arizona y de televisión de los Naranjeros de Hermosillo, sobre la contingencia causada por la pandemia, y coincidimos en que pudo sobrellevarse satisfactoriamente, sin afectar de lleno a los peloteros quienes no bajaron su nivel en ningún momento.

Es de aplaudirse y debemos reconocer el trabajo de la Oficina del Comisionado de MLB; la historia guardará la temporada 2020 como algo fuera de cualquier libreto y jamás imaginado en las Grandes Ligas.

Hasta el momento parece que habrá un final feliz después de la coronación de los Dodgers en la Serie Mundial luego de más de tres décadas sin acariciar el trofeo.

Digo hasta el momento sino hay una culminación trágica, que la verdad no creo, en el caso de Turner y de todas las personas a su alrededor quienes en determinado momento convivieron con él dentro y fuera del terreno de juego.

Para los anales

El campeonato obtenido hoy martes 28 de octubre es el séptimo en la trayectoria de los Dodgers, el primero de ellos fue en Brooklyn (1955) y los seis restantes en Los Ángeles (1959, 1963, 1965, 1981, 1988 y 2020), con ello se ponen a una sola corona de alcanzar en el quinto lugar a los Gigantes de San Francisco. Los primeros cuatro son los Yanquis (27) seguidos de los Cardenales (11), Atléticos (9) y Medias Rojas (9).

Corey Seager fue elegido como el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño 2020 para convertirse en el octavo pelotero en repetir en un mismo año la condecoración tanto en la Serie de Campeonato como en la Serie Mundial.

Para variar entre esos héroes está el lanzador Orel Hershiser quien lo consiguió justamente en 1988 el último año en que los Dodgers habían alzado el cetro de las Grandes Ligas. Justamente merecido pues representó una campaña única y de oro puro que tuvo el “Bulldog”.

Muchos pensamos en la posibilidad de Clayton Kershaw de quedarse con el trofeo de MVP por sus dos victorias, de las cuatro de Los Ángeles ante los Rays, sin embargo el parador en corto de los azules fue el elegido.

Seager bateó para un grueso .400 y además conectó dos cuadrangulares; de hecho en toda la postemporada estuvo quemante, en total despachó ocho palos de vuelta entera, el segundo mejor total para una campaña, sitio que comparte al lado de Barry Bonds (2002), Carlos Beltrán (2004) y Nelson Cruz (2011).

El cubano Randy Arozarena logró afianzarse aún más como el líder histórico con diez, pues en el mismo duelo seis de la Serie Mundial 2020, descargó su cañonazo número 10 en los playoffs de este año. La cual a final de cuentas fue la única carrera de los Rays en el juego.

Es meritorio mencionar la chispa de Mookie Betts quien cargó anímicamente con el equipo y fue clave en los momentos exactos donde los Dodgers se levantaron, como en el sexto juego, pues prácticamente los revivió con el doble y jonrón (segundo de la WS2020) que atizó tras irse en blanco en los dos primeros turnos.

Betts saboreó su segundo título mundial -el primero lo ganó sobre los Dodgers siendo jugador de los Medias Rojas en el 2018- y dejó en claro que valió la pena el haberlo adquirido. De igual manera justificó la firma de la jugosa extensión de 12 años y 365 millones de dólares para mantenerse con la escuadra angelina.

Todo apunta al inicio de una generación que va para largo porque la organización presenta peloteros de su calibre, jóvenes, y con un mundo por delante. El tiempo lo dirá.

Los Dodgers, con la etiqueta del segundo equipo más costoso de la MLB (107 millones de dólares), derrotaron a la antepenúltima franquicia (28 de 30) en cuanto a nómina en el mejor beisbol del mundo pues los Rays invirtieron solamente 28 MDD. Incluso el sueldo de Clayton Kershaw fue superior a todo el de los campeones de la Liga Americana (31 MDD).

En 1988 los entonces pupilos de Tom LaSorda eran el quinto que más gastaban (15.4 millones de dólares) y aunque usted no lo crea el mejor pagado de la novena era Fernando Valenzuela pues recibía 2 millones de dólares, pero por una lesión perdió gran parte de la campaña y no participó en el Clásico de Otoño.

Por su parte Oakland ocupó el puesto 14 con 11.3 MDD siendo Carney Lansford el que más percepciones tenía.

Tanto en el 2020 como en 1988 los Yanquis, que no pudieron llegar a la Serie Mundial en ninguna de las dos campañas, encabezaron la lista; este año desembolsaron 107 millones de dólares y hace 32 le perdieron el amor a 18.9 MDD.

Hasta la próxima.

Arturo Llanes Reyes es cronista deportivo sonorense con más de 20 años de experiencia como editor, coeditor y reportero de los periódicos El Independiente, Cambio Sonora y Expreso.

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