Como en Río 2016, en Tokio 2020 participarán atletas que se vieron obligados a abandonar sus países

HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/BIP).- Arropados por Bandera Olímpica, 29 deportistas que tuvieron que abandonar sus países a causa de la guerra, persecución o violaciones a los Derechos Humanos, podrán participar en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Desde la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos, celebrada en Atenas 1896, hasta la más reciente cita, en Río 2016, han sido representados poco más de 200 naciones de todo el mundo en la justa olímpica.

En este periodo, algunas naciones no pudieron participar en determinada cita olímpica a causa de guerras, o bien, sus delegaciones deportivas fueron incompletas, en varias ocasiones, por situaciones bélicas.

Como sucedió en los JJOO Barcelona 1992, en el que por la guerra en la extinta Yugoslavia varios deportistas se encontraban en un limbo geográfico de las naciones nacientes, pero que fueron abrazados por la Bandera Olímpica, incluso, para subir al podio.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en el mundo, en 2016, había alrededor de 60 millones de personas desplazadas por conflictos bélicos o persecuciones que ponían en peligro sus vidas y sus más elementales Derechos Humanos.

Ante este escenario, y para darles posibilidades a aquellos deportistas en calidad de refugiados de participar en unos Juegos Olímpicos, en Río 2016 se le brindó la oportunidad de competir a un equipo conformado por diez atletas de cuatro países.

Como en cada proceso de calificación a Juegos Olímpicos, todos los deportistas candidatos tuvieron que cumplir con los estándares mínimos de su respectivo deporte, además debieron demostrar su estatus de refugiado verificado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Tras superar los clasificatorios olímpicos, fueron elegidos un total de diez deportistas refugiados originarios de Siria, Etiopía, República Democrática del Congo y Sudán del Sur, que participaron en las competencias de atletismo, natación y judo en los Juegos Olímpicos Río 2016.

De entre la decena de deportistas que integraron el Equipo de Refugiados, la de menor edad era la nadadora siria Yusra Mardini, quien a sus 18 años tuvo su debut olímpico en los 200 metros estilo libre; y el de más edad fue el martonista etíope de 36 años, Yonas Kinde.

Aunque los diez competidores del Equipo de Refugiados quedaron lejos en la lucha  por las medallas, simbólicamente envió un mensaje de esperanza a los deportistas del mundo, y abrió la puerta para que en Tokio 2020 también tuvieran la oportunidad de ser representados.

Un venezolano, único latinoamericano

Cinco años después de los Juegos Olímpicos Río 2016, el interés del Comité Olímpico Internacional (COI) y de Acnur se mantiene vigente, ante un panorama en el que en el mundo el número de refugiados ha aumentado a 80 millones de personas.

Ambos organismos abrieron nuevamente la oportunidad de poder cumplir el sueño olímpico a los deportistas que por diferentes circunstancias se vieron obligados a desplazarse de sus países de origen.

En Tokio 2020 el Equipo de Refugiados estará integrado por 29 deportistas originarios de once países, que competirán en doce disciplinas, entre ellos, el único latinoamericano, el boxeador venezolano Eldric Sella Rodríguez, de 24 años.

Respecto a Río 2016, seis repetirán en Tokio 2020: La nadadora siria Yusra Mardini; el judoca Popole Misenga (República Democrática del Congo); y los atletas Paulo Lokoro, Rose Lokonyen, Anjelina Lohalith y James Chiegjiek, de Sudán del Sur.

La participación de un Equipo de Refugiados en JJOO, para Acnur y el COI, representa la posibilidad de enviar un mensaje de concientizacion sobre la difícil situación de millones de personas que alrededor del mundo se ven obligadas a desplazarse en búsqueda de paz y un mejor futuro.

EQUIPO REFUGIADOS RÍO 2016

EQUIPO REFUGIADOS TOKIO 2020