Cruz Azul se ilusiona con el título; gol de Luis Romo le da la ventaja a la Máquina sobre Santos
En el duelo celebrado este jueves en el estadio TSM Corona de Torreón, Santos no pudo aprovechar la localía para sacar ventaja en la lucha por el título frente a Cruz Azul, que no es campeón desde el Invierno 1997 y que buscará coronarse en el Estadio Azteca el próximo domingo 30 de mayo a las 18:15 horas, tiempo de Sonora.
Apenas inició el duelo de “ida”, Cruz Azul fue el primero en amenazar con un servicio al espacio que Jonathan “Cabecita” Rodríguez estuvo a escasos centímetros de rematar en un descuido de la zaga lagunera.
La respuesta llegó a través de Juan Otero, con un de disparo apenas desviado del palo izquierdo de Jesús Corona, y otro tiro de Eduardo “Mudo” Aguirre que el portero de Cruz Azul atajó por abajo para enviar a tiro de esquina, cuando ni siquiera se jugaban diez minutos del partido.
La Máquina tuvo gran oportunidad cuando “Cabecita” Rodríguez encaró a campo abierto mano a mano a Matheus Doria, que aguantó en todo momento y en un quiebre del delantero “cementero”, el zaguero brasileño robó el balón para evitar el peligro al 18’.
La figura de Carlos Acevedo se agigantó al minuto 34, cuando “Cabecita” Rodríguez remató de chilena y el portero lagunero con una espectacular atajada hacia su derecha desvió el balón que iba en dirección a su meta.
El segundo tiempo parecía iniciar de la mejor manera para Santos al marcar un gol de Alan Cervantes que fue anulado por un fuera de lugar de Eduardo Aguirre dentro del área chica en segunda jugada tras tiro de esquina por derecha al 48’.
Cuando el partido había caído en una etapa con pocas oportunidades claras, al 65’ Luis Romo sacó un potente disparo desde unos 23 metros que Acevedo rechazó con dificultad para evitar un susto mayor.
Finalmente la Máquina abrió el marcador al 70’ por medio de Romo, que definió con fuerte remate a la altura del punto penal, en una jugada que él mismo inició desde izquierda al entrar al área de forma atropellada con varios rebotes que, para su fortuna, dejaron el balón a su favor.