Un ejemplo de ello es el hermosillense Alberto Monteverde Maldonado, doctor especializado en Medicina Interna y Alergia e Inmunología Clínica en la Universidad Nacional Autónoma de México, quien, por su área de acción, nunca imaginó tener que atender pacientes con problemas de tipo neumológicos.

La explosión del nuevo virus SRAS-CoV-2 ha requerido a todos los médicos para tratar casos de COVID-19, tal y como es el caso del doctor Alberto Monteverde, quien actualmente trabaja en el hospital del Issste además de la Clínica del Noroeste, donde ha logrado tratar a algunos pacientes de manera virtual.

El alergólogo de 47 años destaca de estos primeros cien días de la pandemia, el cómo personal médico y población en general se ha adaptado a nuevas medidas de prevención, al igual que la gran cantidad de información que se dispone, aun y cuando hay quienes no creen en la enfermedad.

Ante este escenario y en el punto más alto de contagios diarios registrados por la Secretaría de Salud, el médico sonorense confía en que mientras más informada esté la sociedad y la comunidad sanitaria sobre lo que hay que hacer para atender el COVID-19, los casos mortales disminuirán y los contagios desaceleraran.

Durante los primeros cuatro meses de esta pandemia, el galeno ha logrado atender a 36 pacientes, de los cuales cuatro han salido totalmente librados de esta enfermedad, a través de consulta de forma remota, pues a través de las herramientas digitales, Alberto Monteverde ha ayudado a sus pacientes.

GRADA NORTE: ¿En dónde está trabajando actualmente?

Alberto Monteverde: Estoy en el hospital del Issste, aunque ahí no me toca entrar a zona de COVID-19, y en Clínica del Noroeste, prácticamente desde que comenzó la pandemia. Ahorita los hospitales privados estamos saturados, ya no hay lugar para internar pacientes, entonces estamos tratando de implementar protocolos de atención en casa, la video llamada, videoconferencia, el estar monitoreándolos con oxímetro de pulso, el enseñarles a los familiares cómo tratar al paciente, cómo cuidarse de ser contagiados, es decir, es la medicina del futuro aquí presente, es la Telemedicina.

GN: ¿Cuál es la situación más complicada que se ha topado en estos primeros 100 días de la pandemia?

AM: La utilización de todo el equipo de protección personal, la careta, la mascarilla, los goggles, el quirúrgico, porque es un equipo que no estábamos acostumbrados a utilizar, inclusive durante pandemias fuertes como la de la influenza, pero nunca habíamos tenido un virus con tanta posibilidad de infectar; tal vez los infectólogos e intensivistas están más acostumbrados, pero el resto de los especialistas no, entonces para mí ha sido toda una nueva experiencia utilizar todo esto, pero nos hemos podido acostumbrar poco a poco a utilizar todo.

GN: ¿Cómo vive la familia el que usted se exponga día a día a esta pandemia? ¿Cómo es el ritual que tiene que adoptar una familia con un médico que combate el coronavirus?

AM: Es complicado, uno tiene que llegar y quitarse todo el equipo de protección en el hospital, llegar a casa y hacer toda una serie de hábitos que no existían. Yo dividí la casa en un área gris, negra y blanca, los cuartos son las áreas blancas, donde no se puede llegar con nada de ropa del exterior, la gris donde no se puede llevar zapatos y la negra donde llega uno con todo lo contaminado.

Sí tomamos esas medidas en casa, hubo angustia, algo de ansiedad y de miedo por no saber qué tan difícil sería infectarse por lo que hay en los zapatos o en la bata, pero afortunadamente ya tenemos mucha información, así que creo que mi familia ya está acostumbrada a que la bata de papá no se toca, que la ropa infectada se lava aparte y ese tipo de rutina que como médico uno trata de hacer pero que ahora se intensificaron.

GN: ¿Cómo se prepara un médico para seguir tratando casos de coronavirus con las mismas ganas que el primer día, aun cuando sabemos que esto apenas es el principio que se seguirán presentando más infectados?

AM: La información, el conocimiento, hay que estar actualizado, leyendo constantemente, porque el no saber cómo ayudar a tu paciente es lo que te puede dar la ansiedad de que no vas a poder superar esto, pero si tú tienes la seguridad de que estás haciendo las cosas como deben de ser, esa ansiedad va desapareciendo. Mi mentalidad siempre ha sido que por más difícil que sea la afección, siempre hay cosas que se pueden hacer, y aunque sean pocas, serán valiosas para el paciente.

Entonces para mí lo más importante es estar actualizado, tener la información de primera mano, lo más reciente, hasta te da tranquilidad de que estás haciendo las cosas al 100%; ya si a pesar de todo no salen las cosas como se debe, no te quedaste corto, con la posibilidad de haber hecho algo más y todo por no tener la información necesaria.

GN: ¿Qué tan lejos estamos en Sonora de la peor fase de esta pandemia?

AM: Yo creo que el peor momento es ahorita, estamos en una meseta con contagios altos todos los días, no estamos rompiendo récords todos los días, pero nos mantenemos con contagios altos todos los días, por eso hablamos de que nos estabilizamos, pero en una curva muy alta, y ahora debe bajar, lo veremos en las próximas semanas o el próximo mes, por varios factores, entre ellos la capacidad de los doctores de atender a tiempo a los posibles positivos.

Lo que la gente si deberá comprender es que el virus no se va a ir, ni en agosto ni en septiembre, va a haber rebrotes por temporadas, y más si no respetamos la sana distancia, no usamos cubrebocas y no nos lavamos las manos, seguro vamos a tener rebrotes, ahí el cambio de cultura será lo único que nos va a ayudar.

GN: ¿Considera que la ciudadanía respeta y valora la labor del personal médico?

AM: Siempre ha habido una especie de falta de entendimiento a lo que hacemos, y de entender también las enfermedades, el hecho de pensar que alguien que lleva una bata te va a contagiar, habla de la ignorancia de la persona, alguien vestido de civil es más probable que te infecte, la mayor parte de la gente que trabaja en área COVID deja su ropa en el hospital; la transmisión por la ropa también es nula, pero sí nos habla de una ignorancia muy grande entre la sociedad.

El reconocimiento de la labor médica se fue perdiendo, desde mi punto de vista, en los últimos años, la pandemia lo hizo más evidente, pero eso ya existía, desde las situaciones de violencia contra la comunidad médica, no tan fuerte como en otros países, pero ya había ese sentimiento, y en la actualidad la pandemia lo que ha hecho es sacarlo todavía más.

Me ha tocado escuchar de gente que quiere sacar a sus familiares de los hospitales, que, porque los doctores están matando gente, y claro que no, no hay persona que quiera más salvar una vida que el personal del hospital, esa siempre es la intención.

La violencia viene por esa falta de conocimiento real del trabajo que hace el médico, la enfermera, los camilleros y los laboratorios; en medida de que se comprenda la labor que hacemos en el trabajo, hay más posibilidades de que haya más empatía por parte de la gente.

Este jueves 25 de junio se publicará la segunda entrega: Entrevista con la enfermera Yahel Morales.