El doblemente campeón mosca de la OMB y AMB les platicó sobre su vida personal y profesional, de como él inició en el boxeo, y cómo fue creciendo en su carrera hasta convertirse en lo que es ahora uno de los boxeadores más sólidos con los que cuenta México.

“Practiqué muchos deportes, pero inicié en el boxeo a los 9 años, desde niño aprendí que la disciplina es muy importante para poder lograr metas en la vida.

“Veía los carros, y yo pensaba algún día yo tendré uno, hoy gracias a Dios y a mi dedicación ya tengo mi carrito y mi casa, y no es por presumirles, si no es porque ustedes pueden tener y lograr todo lo que se propongan, cuando yo iba a pensar que un día tendría un carro eso para mí era algo muy lejano.

“Todo trabajo es bueno, yo de niño juntaba botes y limpiaba vidrios para ayudarle a mi tía y mis hermanos, no me daba vergüenza salir y vender camarón en Puerto Peñasco, si era para ayudar a mi familia”, relató.

En la casa hogar hay tres niños que son boxeadores amateur, a ellos, Estrada les contó lo importante que fue para él el boxeo aficionado y habló del compañerismo y lo que significó su primer derrota como profesional.

“En ese momento cuando enfrenté al ‘Zurdito’ Sánchez, estaba invicto llevaba un récord de 17 ganadas, 14 por nocauts, me sentía invencible. Sólo entrené dos semanas, me confié, y la derrota me sirvió a jamás confiarme, a ver que todas las peleas son importantes.

“Esa derrota me dio la fuerza para volver a pelear y lograr más victorias, meses después nos enfrentamos y lo vencí por nocaut. Cuando me enfrente a (Román González) ‘Chocolatito’ de nuevo, lo venceré y al hacerlo, yo me sentiré como un boxeador invicto de nuevo”, agregó Estrada.

El campeón compartió con los niños, se tomó fotos, firmó autógrafos, conoció las instalaciones, alegró a los niños al llevar pizzas y refrescos para una mejor convivencia.{fcomment}