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Carlos Castro, único sonorense que participó en los Juegos Olímpicos México 1968

 

Pero rodeado de estas distinciones, destaca en particular un cuadro en la entrada de su hogar que es testimonio de su participación como seleccionado mexicano en los Juegos Olímpicos de 1968.

 

Al escuchar hablar a Don Carlos de esa experiencia contagia su emoción y proyecta el orgullo de ser uno de los muy pocos sonorenses que han alcanzado a competir en un evento de este nivel.

 

Eso fue hace varias décadas, durante los Juegos Olímpicos México ’68, cuando integró el relevo 4 por 400 metros.

 

“De chico jugaba beisbol, pero un maestro de Kino, Manuel Vázquez Hernández, me invitó a practicar atletismo. Participé en varios campeonatos nacionales y estaba logrando buenas marcas.

 

“En los Prenacionales en Monterrey en 1966 logré el récord juvenil en los 400 metros y me ayudó en gran parte para que me invitaran al equipo preolímpico mexicano”, recordó.

 

Motivado por la actuación de Enrique Figuerola, cubano medallista de plata en 100 metros en los Juegos Olímpicos Tokio ’64, relató que prometió a su padre que también competiría en una justa olímpica.

 

Don Carlos, quien también admiraba al atleta estadounidense Jesse Owens, platicó que tomó la decisión y partió a la ciudad de México para buscar alcanzar su sueño, aun cuando apenas contaba con 17 años.

 

Pone a Esperanza en el mapa

 

“Esperanza era un pueblo muy chico, poco se sabía de la importancia de unos Juegos Olímpicos, pero eso no me importó. Fue complicado acoplarse a entrenadores de otros países, era gente de gran calidad y aprendí mucho, sobre todo a perfeccionar la técnica.

 

“Mira esta foto, no tenía nada de técnica y qué feo braceo tenía”, sonrió al mostrar la imagen mientras evocaba uno tras otro, recuerdos de esos días.

 

La lucha para quedar en el relevo olímpico fue dura, comentó, pues había ocho aspirantes y algunos eran favorecidos por integrar equipos como la UNAM o el IPN.

 

Platicó que cada competencia era decisiva y tras varios meses, finalmente fueron elegidos los cuatro atletas seleccionados.

 

A la par de los preparativos para los Juegos Olímpicos, Don Carlos trajo a su memoria la inestabilidad que vivía México ese 1968.

 

“Sí teníamos preocupación por la situación. Nos inquietaba lo que pasaba. Hasta llegamos a pensar que se podrían cancelar los Juegos.

 

“Con algunos sonorenses que estaban conmigo en el Comité Olímpico Mexicano, llegué a ir a algunos mítines, pero había un ambiente muy tenso, sobre todo cuando empezó el movimiento militar”, agregó.

 

Diez días después de una violenta represión contra estudiantes y civiles por parte del Gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz, los Juegos Olímpicos se inauguraron.

 

Logra su meta

 

Así el 12 de octubre de 1968, Don Carlos, entonces de 19 años, logró su meta al desfilar en la ceremonia de apertura con los colores de México sobre el césped del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.

 

El momento por el que se preparó durante años llegó con la prueba del relevo 4 por 400 metros sobre el óvalo del mismo estadio donde se consagraron figuras como Bob Beamon, Jim Hines y Tommie Smith.

 

Una noche antes de ese 19 de octubre, confesó, no pudo dormir fácilmente, el nerviosismo era grande, pero no dejaba de controlarlo.

 

“Mi familia se reunió en Esperanza para verme competir por televisión, tenía dos pases para entrar al estadio y se los di a mi profesor (Manuel Vázquez Hernández) que había viajado a la Ciudad de México.

 

“Estábamos muy concentrados y preparados física y mentalmente. Dimos todo lo que teníamos y llegamos en tercer lugar, pero calificaron los dos primeros, aun así, fue un momento grande, inolvidable”, narró.

 

Deja pistas y comparte experiencias

 

Tras la experiencia olímpica y ver frustrado la posibilidad de llegar a Múnich ’72, por no cumplir las autoridades deportivas su promesa de darle continuidad a su desarrollo en el atletismo, Don Carlos regresó a Esperanza.

 

En 1972 comenzó a trabajar en el Colegio Teresiano de la Veracruz en Ciudad Obregón, donde laboró durante treinta años, pero ahora ya pensionado, se encuentra desocupado, aunque no oculta sus deseos de volver a entrenar.

 

“Me llena de satisfacción el deporte y estar con niños y jóvenes entrenando. Tengo mucho que dar todavía y deseo que exista una oportunidad de seguir aportando lo que sé”, afirmó.

 

Don Carlos quiere seguir transmitiendo sus conocimientos, tiene verdadero interés en encauzar a niños y jóvenes a practicar deporte y colaborar de esta manera a alejarlos de vicios y cosas negativas.

 

Seguro de sus palabras, demuestra que quiere seguir trabajando y desea seguir activo para aprovechar sus conocimientos en atletas sonorenses que también sueñan con llegar a unos Juegos Olímpicos.

 

 

CARLOS CASTRO CEDANO

Lugar y fecha de nacimiento: Esperanza, Sonora; 7 de enero 1949

Experiencia Olímpica: México ’68. Atletismo, prueba relevo 4 por 400 metros.

Lugar y fecha de competencia: Estadio Olímpico de C.U. el 19 de octubre de 1968 a las 14:40 horas (tiempo de Sonora)

Orden del relevo 4 por 400 metros: Melesio Piña (Nayarit); Salvador Medina (UNAM); Carlos Castro (Sonora) y Javier Gardo (Jalisco)

 

 

CONCEPTOS

 

° México ’68:

“Demostramos que los mexicanos tenemos capacidad de hacer cosas grandes. Aprendí que se pueden alcanzar los sueños”.

 

° Atenas 2004:

“De las cosas que más necesita la humanidad. Es un buen pretexto para tener paz y unión entre los países”.

 

° Sonora:

“Quiero mucho a mi Estado. Me gusta la forma de ser de la gente, es franca, sincera”.

 

° México:

“Un orgullo representarlo y demostrar que es un país que puede estar entre los mejores, que podemos destacar en todo”.

 

° Relevo 4X400 México ’68:

“Un recuerdo muy grande y sólido cimiento, que me ha ayudado a desarrollarme y llenarme de satisfacciones”.

 

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