‘Black Power’ en México ’68: Legado y consecuencias
La señal del “Black Power” hecha por Tommy Smith y John Carlos no pierde vigencia ni impacto. Durante los Juegos Olímpicos celebrados en México, ese instante, que apenas duró unos segundos, quedó plasmado para siempre, pese a que los estadounidenses y el australiano pagaron un costo muy alto por manifestarse contra el racismo.
La influencia del acto de Smith y Carlos prevalece vigente cincuenta años después, con manifestaciones contra el racismo lideradas, principalmente, por el jugador de futbol americano Colin Kaepernick.
Ese 16 de octubre de 1968, cuando Smith y Carlos subieron al podio durante la ceremonia de premiación de los 200 metros para recibir sus medallas olímpicas, aprovecharon para manifestarse a favor de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.
Entonces, habían transcurrido 195 días del asesinato de Martin Luther King y tres años y medio del día en que una bala le quitó la vida a Malcolm X, cuando Tommy Smith y John Carlos elevaron sus puños con un guante negro en los Juegos Olímpicos México 1968.
En la década de los años sesenta estos nombres tenían en común su lucha contra el racismo que padecía la población afroamericana en un Estados Unidos dividido en el tema. Luther King y Malcolm X, como activistas con bases religiosas; y Tommy Smith y John Carlos, como deportistas con ideología fundamentada en el “Black Power”.
La imagen de Smith y Carlos con los brazos en alto en la ceremonia de premiación de los 200 metros planos en los Juegos Olímpicos México 1968 es una de las más icónicas cuando se habla de la relación deporte-política, su fuerza simbólica aún es muy poderosa, aunque a sus protagonistas les costó sus carreras, al igual que al australiano que los acompañó en el podio, Peter Norman.
Tensión rodeaba a la delegación estadounidense
El ambiente previo a los Juegos Olímpicos era tenso dentro de la delegación de Estados Unidos, por lo que, de acuerdo a una nota informativa de la agencia UPI fechada el 25 de septiembre de 1968, como una forma de bajar el nivel de presión, se le otorgó al afroamericano Bobby Douglas la capitanía del equipo estadounidense de lucha olímpica.
Ese mismo día, en nota también de UPI fechada en Lake Tahoe, Estados Unidos, Stan Wright, entrenador ayudante del equipo olímpico de atletismo, aseguró que se habían “suavizado todas las aristas” con el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, el estadounidense Avery Brundage.
La reunión entre el Presidente del COI y los deportistas estadounidenses de raza negra se celebró como respuesta a las declaraciones de Stan Wright, respecto a que “oí a Brundage decir que si los atletas negros hacían manifestaciones en México, nosotros seríamos devueltos a Estados Unidos”.
Brundage tenía conocimiento que alguna manifestación de los deportistas afroamericanos podía desarrollarse durante los Juegos Olímpicos, su mirada apuntaba a Smith y Carlos, por lo que, como una forma de anticiparse a una situación incómoda, se negó a ser el encargado de entregar las medallas a los ganadores de los 200 metros, como estaba programado.
La final se realizó el miércoles 16 de octubre en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, y al concluir los 200 metros, el primer atleta en cruzar la meta fue Smith, con un registro de 19.83 segundos, para récord mundial; le siguió el australiano Norman, (20.06); y Carlos, (20.10).
A la ceremonia de premiación los estadounidenses llegaron descalzos, subieron al podio y tras recibir la medalla y durante el himno de Estados Unidos, realizaron el saludo del “Black Power”: Smith elevó su puño derecho con un guante negro y el otro lo portó Carlos, para elevarlo con su mano izquierda; habían olvidado el otro par de guantes, por lo que Norman sugirió que se los repartieran.
De acuerdo al “Libro completo de los Juegos Olímpicos”, escrito por David Wallecinsky y Jaime Loucky (editorial Aurum; 2008), Smith y Carlos explicaron que su protesta con el puño en alto simbolizaba la fuerza y unidad de la raza negra, y el llegar descalzos representaba “la pobreza en la que viven los afroamericanos”.
John Carlos fue más lejos ante las preguntas de la prensa, al afirmar que cuando “consiguen una victoria olímpica, ‘los blancos’ les dan crédito, y dirán ‘es estadounidense’, pero si algo sale mal, dirán, ‘es un negro’”.
Tres días después, en la portada del periódico El Imparcial, de Hermosillo, Sonora, una foto nota con la imagen de los tres atletas en la ceremonia de premiación era titulada “Les valió la expulsión”; Smith y Carlos fueron castigados por el Comité Olímpico de Estados Unidos al ser enviados de regreso a su país.
Repercusiones en sus vidas personales y deportivas
Si bien, internacionalmente el gesto de Smith y Carlos ganó simpatía, en Estados Unidos su acción no fue bien recibida y tras los Juegos Olímpicos de 1968, fueron vetados y dejaron de competir, se les dificultó encontrar trabajo y hasta su vida personal se vio afectada, ambos se divorciaron y la ex esposa de Carlos se suicidó en 1972.
El panorama post-olímpico no fue mejor para Norman, quien desde que supo las intenciones de Smith y Carlos de protestar durante la premiación, siempre les brindó su apoyo, sin pensar que al regresar a Australia sufriría las consecuencias.
En un artículo del periodista australiano Shane Maloney para la revista “The Monthly”, recordó que Norman “salió ‘golpeado’ por los jefes olímpicos australianos, que se aseguraron de no volver a dejarlo competir por su país, a pesar de haberse clasificado varias veces para los Juegos Olímpicos de Múnich”.
“Norman no movió un músculo (durante la ceremonia de premiación). Miró hacia adelante, su cómplice dispuesto: Una insignia del Proyecto Olímpico de Derechos Humanos clavada en su corazón.
“Fue efectivamente excluido de la historia deportiva de Australia, pero no de la estadounidense. Cuando murió de un ataque al corazón después de cortar el césped en 2006, Carlos y Smith fueron portadores del féretro en su funeral”, relata Maloney en su artículo.
El rol que jugó Norman en este icónico momento siempre ha sido reconocido por los atletas estadounidenses, que han reconocido en múltiples ocasiones la empatía del australiano con el movimiento afroamericano.
“Solidarizarse como ‘hombre blanco’ dejó un antecedente todavía más poderoso. Durante un momento crucial de nuestras vidas, él fue compasivo, comprensivo y mostró su calidad humana. Siempre lo voy a respetar y lo voy a querer, se convirtió en mi hermano este momento”, llegó a afirmar John Carlos para el New York Times.
– DETALLES DE UNA MANIFESTACIÓN
Durante la ceremonia de premiación de los 200 metros planos de los JJOO México 68’, la silenciosa manifestación de los tres medallistas portaron objetos con diferentes símbolos:
° GUANTES NEGROS: Unidad entre los estadounidenses de raza negra. Tommy Smith y John Carlos elevaron en lo alto sus puños con los guantes negros, acto que representó el saludo que identificaba el movimiento “Black Power” (Poder Negro).
° BUFANDA: John Carlos, ganador del metal de bronce, colocó una bufanda negra en su cuello, como muestra de orgullo de sus orígenes de raza negra.
° TENIS SOBRE PODIO: Ambos estadounidenses aparecieron en la ceremonia de premiación descalzos, acomodaron sus calzados sobre el podio, como una forma de “recordar” la pobreza de la mayoría de la población afroamericana.
° CHAMARRA ABIERTA: Como una muestra de solidaridad con la clase trabajadora estadounidense, John Carlos se presentó a la premiación con la chamarra de su uniforme abierta.
° INSIGNIAS EN EL PECHO: Los estadounidenses Smith y Carlos, a quien se les unió el australiano Peter Norman, colocaron en sus pechos, a la altura del corazón, un “botón” blanco como una manera de respaldar el “Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos”.
° PULSERA DE CUENTAS: En su muñeca derecha, John Carlos colocó una pulsera para homenajear a todos los afroamericanos víctimas de actos violentos o muertos por motivos raciales.
– EL ‘PODER NEGRO’ EN EL CINE
Al finalizar los Juegos Olímpicos México 1968 se realizó un largometraje documental de la justa deportiva, entonces el presidente del Comité Olímpico Internacional, el estadounidense Avery Brundage, solicitó que se excluyera las imágenes de la premiación de Tommy Smith y John Carlos.
Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Organizador de los JJOO México ’68, se negó a hacerlo, pese a la presión con el organismo internacional. Finalmente las imágenes fueron incluidas en la película y por la calidad de la producción cinematográfica, “Olimpiada en México” fue candidata al Oscar como mejor documental en la ceremonia de 1970.