Aquella noche en Río de Janeiro, en que Ana Guevara devoró la pista
HERMOSILLO, Sonora (José Luis Sibaja/BIP).- La lluvia no cedía y en cada zancada las gotas que brotaban de los picos de los tenis de Ana Gabriela Guevara caían en todas direcciones sobre la pista de tartán azul que devoraba con una ambición pocas veces vista en cualquier deportista mexicano nunca antes.