20 años de grandes logros
En cuestiones políticas en realidad no les interesa mucho el deporte y todo depende de la persona que esté a cargo si va a sobresalir ese año o sexenio”, añadió.
Ojalá se me hagan proyectos que tengo y que se me cumplan a futuro para poder ayudar un poco, porque yo sé que uno no puede cambiar el mundo, pero de perdida puede tratar de hacer algo para que se mejore esto, porque el único perjudicado aquí es el deportista”, dijo.
Romo González no descarta convertirse en dirigente del deporte en un futuro, ya que así podría ayudar a cientos de niños y jóvenes sonorenses: “Sí, claro, de hecho ojalá en un futuro se me haga”, admitió.
Los malos manejos de las autoridades que dirigían el deporte hace algunos años fueron un factor determinante para que Alejandro decidiera retirarse.
En 2007 cuando me retiré, fue por problemas políticos y de gente que maneja el deporte, hay muchos problemas actualmente”, indicó.
Pone su granito de arena
En los últimos años, la halterofilia en Sonora ha atravesado por algunas dificultades, por lo cual Romo, como entrenador, pone su granito de arena día a día para ayudar a los nuevos talentos a sobresalir.
El año antepasado no competimos, el año pasado logramos competir, este año estábamos en peligro de no volver a competir…
Pero ya hablamos con el presidente de la Asociación y de la Federación y llegamos a un acuerdo, él tiene la disposición para apoyarnos para que podamos competir, parece ser que sí van a salir las cosas bien”, añadió muy motivado.
El arranque
Tal vez no lo supo desde el principio, pero lo que comenzó como un simple pasatiempo mientras visitaba a su novia, se convirtió en una de sus más grandes pasiones.
Yo empecé a los 14 años y nomás venía de pasada por el gimnasio, estaba un entrenador (Manuel Reyes), él fue quien empezó con las pesas aquí en Sonora…
Me invitó a hacer pesas, yo ni sabía lo que eran, me empezó a enseñar las técnicas de las pesas y me quedé como unas dos semanas más o menos, me fui y ya no volví”, relató.
“Yo venía aquí porque en gimnasia tenía una novia y como terminamos ya no volví para acá, pero el entrenador me habló a la casa y me dijo que iba a venir un cubano, me vine para acá otra vez…
Entrenamos como tres meses con el cubano Rolando Chan, fuimos a Tamaulipas a un Nacional Infantil, gané primer lugar y ahí me quedé”, sonrió.
El sonorense comenzó su carrera en 1995 y tuvo la oportunidad de asistir al Mundial Juvenil en Sudáfrica (1996), los Juegos Panamericanos Winnipeg (1999) y los Juegos Centroamericanos San Salvador (2002), además de Universiadas Nacionales y Mundiales.
“Gané tercer lugar en Panamericanos, en Mundial Universitario segundo y primer lugar, también fui a muchos campeonatos mundiales en Europa, en Estados Unidos y muchas competencias internacionales”, añadió orgulloso.
Las lesiones y su retiro
El momento más difícil de mi carrera fue la lesión de los Juegos Centroamericanos de El Salvador, andábamos en un campamento en Bulgaria y me lastimé la rodilla…
De hecho ya no quería ir a los juegos, en cuanto competí, ése mismo día arreglé lo del boleto de avión, me regresé y me operé de la rodilla”, dijo con un aire de decepción.
“Participé lesionado y no gané nada, yo no quería ir porque no estaba buscando un viaje o ir a pasearme, estaba buscando un resultado y fue una de las competencias más frustrantes porque fue una de las etapas en las que estaba con las mejores marcas”, aclaró.
Ese Campeonato Mundial (2007) marcó el fin de la carrera de Alejandro levantando pesas, aunque más tarde, Romo González se convertiría en un gran entrenador.
Yo les digo (a los jóvenes halteristas) que piensen mucho en sus objetivos, a dónde quieren llegar, que le agarren amor al deporte…
Porque si no lo hacen con amor nunca van a llegar a ningún lado, si lo hacen nada más por hacerlo o distracción; en realidad lo tienen que sentir y tienen que sentir la necesidad de obtener un logro para ellos”, concluyó.